Sábado 27 de abril de 2024

Paraná: una comunidad religiosa verbita deja la arquidiócesis

  • 5 de enero, 2024
  • Paraná (Entre Ríos) (AICA)
El superior de la Congregación del Verbo Divino para la Provincia Argentina Sur informó que la Casa Stella Maris, en Valle María, fue cerrada y todos sus miembros fueron ubicados en otros destinos.
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La comunidad religiosa del Verbo Divino de la Casa Stella Maris, en Valle María, fue cerrada. Así lo comunicó oficialmente el superior de la Congregación del Verbo Divino para la Provincia Argentina Sur, padre Marcelo Cattaneo SVD, en una nota de fecha 20 de diciembre de 2023.

De ese modo, se informó además que se trasladan a todos sus miembros a otros destinos. La casa, ubicada a 30 kilómetros de Paraná (capital de Entre Ríos), seguirá funcionando como lugar de encuentros y retiros, bajo la gestión de los nuevos administradores.

Los religiosos en la vida diocesana
Mediante un decreto, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puiggari, designó al padre Mario Roberto Olea SVD como vicario parroquial de la Inmaculada Concepción, de Valle María. Además, la normativa indica que se delegan en el religioso las facultades generales para asistir a los matrimonios que se celebren en jurisdicción de la parroquia.

Al tomar posesión de su oficio, el religioso hará la profesión de fe y prestará Juramento de fidelidad ante el párroco y la comunidad.

En Stella Maris ya no habrá comunidad religiosa
Los primeros misioneros de la Sociedad del Verbo Divino llegaron a la Argentina en 1889. En la arquidiócesis de Paraná, la presencia de los Servidores del Verbo se observa actualmente en las comunidades de San José, de Crespo e Inmaculada Concepción, de Valle María.

Los primeros misioneros del Verbo Divino en arribar a la Argentina, fueron los padres Enrique Becher y Germán Löcken. La ceremonia de despedida en Steyl (Holanda) fue el 15 de septiembre de 1889,  con la entrega de la cruz misional; la salida desde esa ciudad fue el 23 de septiembre; el arribo al puerto de Buenos Aires, el 23 de octubre de 1889.

Tras unas semanas en la capital del país,  se pusieron en camino hacia San Jerónimo, provincia de Santa Fe. Se radicaron transitoriamente en San Wendelino, un paraje cercano, donde se iniciaron en el idioma guiados por un maestro. Una vez incorporados los suficientes conocimientos del castellano, asumieron su primer campo de trabajo en Esperanza, Santa Fe, en 1890.

La congregación, fundada por san Arnoldo Janssen en 1875, envió sus primeros misioneros a China y su segundo campo de acción fue la Argentina. A los contemporáneos del padre Arnoldo, les causó extrañeza que este aceptara enviar a su gente a Latinoamérica, y el hecho suscitó juicios encontrados dentro y fuera de la incipiente sociedad misionera. La actitud del fundador revela que en su mente el concepto de misión tenía un sentido muy amplio, que no se reducía al primer anuncio de la Palabra, sino también a la conservación de la fe y la vida cristiana donde estas corrían riesgo de perderse.

Este podía ser, precisamente, el caso de numerosos inmigrantes de habla alemana que, desde hacía unas décadas, vivían en la Argentina. Urgido por insistentes pedidos de asistencia espiritual provenientes de colonos alemanes y suizos radicados en la provincia de Santa Fe, Janssen solicitó y obtuvo de la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe la autorización para enviar a sus primeros misioneros a la Argentina.

Tras el despliegue de la acción pastoral por las colonias de habla alemana en Entre Ríos, Santa Fe y sur de Buenos Aires y La Pampa, los verbitas comenzarán a extenderse hacia Chile y Paraguay. Su fecunda acción los llevó a fundar colegios, una editorial, librerías, y a atender seminarios y parroquias en la Capital Federal y en las provincias de Jujuy, Misiones, Córdoba, Neuquén, Mendoza y Chaco.+