Fue trasladado esta mañana desde el Museo Histórico Provincial Dr. Martiniano Leguizamón y se colocó en la nave central del templo.
Desde hace una década, esta peregrinación en honor a san Francisco Javier se realiza ininterrumpidamente y gana cada vez más popularidad.
El arzobispo de Paraná destaca que el tiempo cuaresmal es un llamado a la conversión, y una invitación a madurar en la fe y a renovar el entusiasmo de hacer una experiencia de Iglesia profunda.
El recorrido -que consiste en caminar o pedalear 45 kilómetros desde la parroquia S. Cipriano y S. Francisco Javier, en Diamante, hasta la capilla homónima de Paraná- es un desafío espiritual y físico