Viernes 29 de marzo de 2024

Palabras de agradecimiento de monseñor Faifer al celebrar sus 50 años sacerdotales

  • 19 de agosto, 2014
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, presidió una misa por los 50 años de su ordenación sacerdotal, que fue concelebrada por siete obispos y numerosos sacerdotes, y de la que participaron fieles, amigos y familiares, además de una delegación de Gualeguaychú. El prelado recordó a su familia y sus primeros años "cargados de momentos felices", aseguró. Dijo que se sintió siempre "amado por Dios y la gente" y encomendó la diócesis a la Virgen de Itatí. "He querido vivir mi ministerio entre ustedes bajo el Lema: ?Para servir?. Aquí, aprendí de la gente a confiar más en la Santísima Virgen María, bajo la advocación de la Tiernísima Madre de Itatí. ¡He recibido tanto amor! ¡Cómo no agradecer!", destacó.
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El obispo de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, presidió una misa por los 50 años de su ordenación sacerdotal, que fue concelebrada por siete obispos y numerosos sacerdotes, y de la que participaron fieles, amigos y familiares, además de una delegación de Gualeguaychú.

El prelado recordó a su familia, especialmente a su hermana Renée, quien falleció el día anterior, y sus primeros años "cargados de momentos felices", aseguró. Dijo que se sintió siempre "amado por Dios y la gente" y encomendó la diócesis a la Virgen de Itatí, a quien entregó los "proyectos y esperanzas" de la gente.

Delegaciones de los siete departamentos que integran la diócesis, y también de Gualeguaychú, su tierra natal donde sirvió pastoralmente como sacerdote durante muchos años, estuvieron presentes en la celebración eucarística.

La Eucaristía fue concelebrada por los arzobispos Andrés Stanovnik, de Corrientes, y Ramón Dus, de Resistencia; y los obispos Hugo Santiago, de Santo Tomé; José Macín, de Reconquista; Juan José Chaparro, de San Carlos de Bariloche; José Lorenzo Sartori, emérito de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña; y Fernando Maletti, de Merlo-Moreno.

En la homilía, hizo referencia a la fiesta de la Asunción de la Virgen María y luego habló de su aniversario: "Si hago referencia a mi vida y ministerio no es para copar el centro de la escena, sino para destacar el amor más grande de Dios y de quienes estuvieron relacionados conmigo".

Al evocar su camino, y a las personas que lo acompañaron, monseñor Faifer dijo "porque quiero ser ´memorioso´ para ser ´agradecido´, en la tarjeta recordatoria de este aniversario, así me expreso: ?El Señor me ha ´primereado´ en el amor. Es justo que reconozca su misericordia, su fidelidad y su providencia; y que proclame, con palabras del canto de la Virgen, que ´el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas´. Por eso, doy gracias al Señor y a todos los que fueron reflejos de su bondad y de su amor para conmigo. ¡Gracias! ¡Muchas Gracias!".

Recordó su bautismo en la catedral San José, de Gualeguaychú y su llamado a ser sacerdote a los once años: "Le pido al Señor por los jóvenes a quienes también hoy llama: que sepan escucharlo y tengan el coraje de responderle", subrayó.

También rememoró sus dos años de estudio en Roma, donde vivió la universalidad de la Iglesia en los años 1964 - 1965, durante las dos últimas sesiones del Concilio Vaticano II. Al despedirme de Roma, pude saludar personalmente a Su Santidad Pablo VI y me quedaron grabadas sus palabras: "Sea fiel, pero fiel de corazón. Ame a la Iglesia".

Monseñor Faifer contó que fue "muy feliz siendo párroco de San José de Galarza durante 4 años; en Gualeguaychú 20 años en Santa Teresita, donde tuve la gracia de bautizar a tres que ya son sacerdotes y un seminarista, y 5 años en la catedral San José".

Asimismo, se refirió al llamado en 2002 al Episcopado "en la querida diócesis de Goya" y agregó: "He querido vivir mi ministerio entre ustedes con el lema: ?Para servir?. Aquí, aprendí de la gente a confiar más en la Santísima Virgen María, bajo la advocación de la Tiernísima Madre de Itatí. ¡He recibido tanto amor! ¡Cómo no agradecer!".

Aseguró que todos los que lo ayudaron en este camino, "están presentes en mi memoria una larga cadena de rostros y de nombres, a quienes les debo gratitud". Habló de obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas; y catequistas; "tantos jóvenes entusiasmados con Jesús y familias cristianas. En fin, tantos laicos, imprescindibles para la Iglesia y para el mundo. Me sería imposible nombrarlos a todos. A todos sí les agradezco inmensamente su presencia, su acompañamiento, su oración", precisó.

Por último, monseñor Faifer dijo que "porque tenemos la certeza de la intercesión de María ante su Hijo, quiero poner también bajo su cuidado maternal a todos ustedes, queridos amigos y especialmente a nuestra diócesis de Goya", y elevó una plegaria.

La velada estuvo animada por la voz y la música del padre Julián Zini y otros conjuntos musicales. Fue destacada la actuación del padre Ariel Giménez y su conjunto San José.+