Domingo 8 de diciembre de 2024

Monseñor Larregain: "Es fundamental cruzar umbrales para abrirnos a nuevas perspectivas de futuro"

  • 26 de mayo, 2022
  • Corrientes (AICA)
El obispo auxiliar de Corrientes encabezó el tedeum por el 25 de Mayo en la parroquia Virgen de la Merced, donde animó a trabajar, luchar, construir y soñar una Patria nueva libre y soberana.
Doná a AICA.org

En el marco del 212° aniversario de la Revolución de Mayo y ante la presencia del gobernador Gustavo Valdés, del vicegobernador, Pedro Braillard Poccard, el intendente de la ciudad homónima, Eduardo Tassano, ministros del Supremo Tribunal de Justicia, legisladores, y representantes de las fuerzas, el obispo auxiliar de Corrientes, monseñor José Adolfo Larregain OFM, presidió el tedeum por el 25 de mayo en la parroquia Nuestra Señora de la Merced. 

“Estamos reunidos aquí para dar gracias al Señor, en torno al altar, por ese grupo de patriotas que tuvieron el coraje, valentía y osadía de ser protagonistas históricos de una nueva etapa en las tierras del sur de América del Sur”, expresó.

Recordando aquellos tiempos en donde finalmente se gestó el primer gobierno patrio, el obispo reconoció que si bien fueron tiempos de gran adversidad los que les tocó vivir a esos hombres, con conflictos, problemas, guerras, luchas internas, hambre, peste, enfermedad, muerte, aun así nada de eso “les quitó la posibilidad de soñar juntos y comprometerse en un futuro venturoso”.

“Hoy nuestro tiempo tiene muchos elementos en común y principalmente hombres que tienen esperanza, fe y confianza, que quieren trabajar, luchar, construir y soñar una Patria nueva libre y soberana”, continuó. 

Asimismo, señaló que “cómo Iglesia, se nos invita a vivir y caminar en sinodalidad” y explicó que “esta palabra de origen griego, cuyo significado es muy profundo y que nos indica ‘caminar juntos, cruzar umbrales’, es desafío y motivación para cada uno de nosotros, de nuestras instituciones y opciones personales”.

En estos tiempos, agregó, “es necesario caminar juntos, con el desafío que ello implica: cansarnos, sostenernos, corregirnos, animarnos, comprometernos”, pero sobre todo “animarnos a cruzar umbrales es fundamental para abrirnos a nuevas perspectivas de futuro”.

Por otra parte, monseñor Larragain rememoró la encíclica Fratelli tutti, en donde el papa Francisco se refiere a la fraternidad y la amistad social. En ese sentido, aseguró que ese hermoso y bello documento representa una luz y guía para caminar en estos tiempos porque “nos ayuda a asumir el compromiso de ser constructores del bien común”.

"En este documento se nos habla de pensar y gestar un mundo abierto con un corazón dispuesto a ir más allá, buscar la mejor política y el diálogo junto a la amistad social para encontrar caminos de reencuentro”, subrayó.

 

Desde este marco de ‘hermanos todos’ y la ‘sinodalidad’, el obispo auxiliar mencionó tres axiomas que “pueden aportar para estos tiempos, aplicables no solo para la política sino también para nuestras instituciones, comunidades, familias”.

En primer lugar, citando a san Cipriano de Cartago, Padre de la Iglesia y obispo que sostenía que no tomaba ninguna decisión sin ‘consulta, consejo y consenso’. “Tres palabras con ‘C’ muy importantes para tener en cuenta. Esto implica apertura, docilidad, capacidad de trabajo con otros, etc”, señaló monseñor Larragain.

En segundo lugar, se refirió a que como personas creyentes y de fe, es necesario “aprender a escuchar” y “es un desafío muy grande, es mucho más que oír. El oído está en relación a los sentidos, el escuchar es una actitud. No siempre que se oye se escucha. La escucha está relacionada con la obediencia (ob-audire: traer al oído). El creyente en la escucha ejerce actitud de fe, en la cual descubre la voluntad de Dios”, explayó. 

Como tercer axioma, el obispo se refirió a un principio de la Iglesia del primer milenio: ‘lo que afecta a todos debe ser tratado por todos’. “Esto nos habla de la importancia del bien común que está por encima de lo particular. Esta sentencia nos hacer tener presente y estar atentos a la participación y a la solidaridad auténtica”, explicó, al tiempo que alertó que “podemos correr el riesgo de confiar el destino de un pueblo entero en las manos codiciosas de algunos grupos restringidos de poder que olvidan y omiten por sus intereses particulares que las decisiones son compartidas”.

Finalmente, profundizando sobre las lecturas y el valor de la presencia del Espíritu Santo, monseñor Larregain expresó: “Pedimos al Señor en este día ser dóciles a su Espíritu y dejarnos conducir por Él en la verdad completa para que recordemos las enseñanzas de Jesús, las podamos comprender mejor y nos comprometamos a la construcción de una patria mejor”.+ 

» Texto completo de la homilía