Viernes 22 de noviembre de 2024

Mons. Stanovnik instó a las nuevas postulantes a escuchar y dejarse guiar por el Señor

  • 25 de febrero, 2021
  • Corrientes (AICA)
El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió el 22 de febrero la misa de inicio de postulantado de dos jóvenes clarisas.
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En el marco de la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap presidió una misa en el Monasterio de Santa Clara, para celebrar el inicio del postulantado de las jóvenes Tamara Ivana Núñez y Bárbara Elizabeth Galeano.

El prelado comenzó su homilía con una intención especial por el papa Francisco en el día de la Cátedra del Apóstol San Pedro. En ese marco, expresó: “Desde este rincón del Nordeste Argentino le decimos que lo queremos mucho y seguimos rezando por él todos los días, pidiendo que el Espíritu del Señor lo sostenga y consuele en su misión como sucesor de Pedro y Pastor Universal de la Iglesia”.

“En este contexto, y como corresponde ‘a la santa vocación a la que el Señor nos ha llamado’, de acuerdo con la hermosa expresión de nuestra Santa Madre Clara, estamos aquí para asistir a la admisión al postulantado de Tamara y Bárbara, que ‘van a entrar por el camino del Señor’ (Test.), luego de haber sentido el rico sabor de la vida evangélica que las invita a vivir ‘el camino de la santa simplicidad, humildad y pobreza’”, señaló el arzobispo.

“Comienzan este camino en tiempo de Cuaresma, para no olvidar que nuestra vocación y elección es ‘guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin propio y en castidad’”.

Nuestra vocación y elección, destacó monseñor Stanovnik, se funda en la fe en Jesús,”y en la medida que estemos orientados hacia Jesús y no hacia nosotros mismos, y si nuestras ocupaciones lo tienen a Él en el centro, entonces el amor al prójimo es la consecuencia natural del Amor a Dios”. 

“En este espíritu de fe y de amor mutuo, Clara al final de su vida exhorta a sus hermanas diciéndoles que ‘muestren exteriormente por las obras el amor que tienen interiormente, para que, estimuladas por este ejemplo, las hermanas crezcan siempre en el amor de Dios y en la mutua caridad’”, recordó. 

Pero para entrar por ese camino, advirtió, “es indispensable descalzarse de las falsas y engañosas seguridades con las que nos seduce nuestro ‘yo’, con su oscuro y enredado deseo de ocupar el lugar de Dios”.

“También los discípulos de Jesús pasaron por la dura prueba de aprender a escuchar a su Maestro y seguir sus huellas hasta el final. Hoy nos cabe a nosotros y, en particular, a nuestras postulantes, aprender el arduo ejercicio de escuchar. La condición ineludible para entrar por ese camino es vaciar nuestro interior de nosotros mismos”.

“Siguiendo por ese camino, podemos decir que la postulante es esa mujer que está dispuesta a escuchar, obedecer y acoger. Una vez que escuchó, obedeció y acogió, pone toda su voluntad en ser creativa con su respuesta, es más, se entrega toda entera sin guardarse nada para sí misma”. Siempre tendrá que cuidarse para que la tentación de pretender ser primero creativa no la traicione, porque si cae en sus redes jamás llegará a escuchar, obedecer y acoger, porque con esa actitud, lastimosamente empieza su camino desde ella misma. Y el que parte de sí mismo termina en sí mismo, y así ocupa su corazón y su mente con sus propias ideas, expectativas y exigencias. El vacío de sí misma, que debería ser un hospedaje liberado, lo llena con ella y allí no hay lugar para Dios ni para los otros”.  

El ejemplo luminoso es la Virgen María, destacó el arzobispo, “con su disposición a la escucha, a la obediencia y a la acogida. Luego de escuchar, obedecer y acoger, fue hermosamente creativa con su respuesta porque dio lugar nada menos que a la concepción virginal de Jesús, el Verbo hecho carne. Lo mismo decimos de San José, que supo vaciarse de sí, para dar lugar a la escucha y a la pronta obediencia, y vaya si no fue creativo en la respuesta, haciéndose cargo de María y de Jesús, soportando prejuicios y corriendo riesgos. Si José y María hubiesen cedido a sus deseos de realización personal, hoy no tendíamos noticia de ellos ni Dios hubiese podido hacer nada en conjunto con ellos”, consideró. 

“Pero para entrar en ese camino es necesario ‘subir con Jesús a Jerusalén’, para mencionar la frase bíblica con la que el Santo Padre ilumina esta Cuaresma, y también recordar la advertencia que Santa Clara hace hacia el final de su Testamento: ‘Son estrechos el camino y la senda, y es angosta la puerta por la que se va y se entra en la vida, son pocos los que caminan y entran por ella (cf. Mt 7,14); y si hay algunos que durante un cierto tiempo caminan por la misma, son poquísimos los que perseveran en ella. ¡Bienaventurados de veras aquellos a quienes les es dado caminar por ella y perseverar hasta el fin!’”, citó.

“Ánimo, queridas postulantes, el camino al que fueron llamadas es maravilloso. Pero no podrán transitarlo solas por más esfuerzos que pongan de parte de ustedes. El Señor las llamó y eligió, déjense guiar por él, y confíense en las tiernas manos de la bienaventurada Virgen María”, concluyó.+