Viernes 26 de abril de 2024

Mons. Scheinig sostuvo: 'Jesús resucitó, todos vivimos con Él, por Él y en Él'

  • 11 de abril, 2023
  • Mercedes (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Mercedes-Luján presidió la misa pascual en la Basílica Nuestra Señora de las Mercedes, donde destacó que "nuestra misión es contagiar al mundo de esa Vida nueva"
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El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, presidió la misa pascual en la Basílica Nuestra Señora de las Mercedes este domingo 9 de abril, acompañado por el párroco, presbítero Juan Carlos Bouzou.

En ocasión del Domingo de la Resurrección, el prelado destacó que la experiencia de los discípulos del Señor “puede inspirarnos a encarar la vida de otro modo”. Reflexionando sobre la experiencia de los apóstoles, recordó que lo dejaron todo, “fundamentalmente, dejaron pensamientos, paradigmas, tanto de la vida como de Dios, de la historia, del presente y del futuro”.

“Con Jesús, aprendieron a ubicarse en la realidad y a vivir de otra manera. Aprendieron otras lógicas, para entender e interpretar lo que les pasaba en lo personal y, también, lo que pasaba en su mundo y en su tiempo”, detalló.

También aclaró que “su pasión y su muerte fueron un momento que había que pasar necesariamente, porque Él deseaba compartir todo lo humano, todo lo nuestro, especialmente el dolor y la muerte, que son una característica muy nuestra, muy humana. Pero son solo un momento, la muerte no es lo definitivo, sino que lo es la Vida, porque es Dios el que tiene la última Palabra y esa Palabra definitiva y última, es la de la vida”.

“Y cada vez que se encuentran los discípulos con el Viviente, Él los envía a predicar y a hacer todo lo necesario para que el Reino de Dios se dilate, para que el mundo tenga Vida en abundancia. Su misión es que su resurrección llegue a todos, no solo como un lindo mensaje, sino como una realidad que transforma la vida del que cree. Y así lo hacen”, destacó.

Sobre este punto, sostuvo que “si nos agarramos de las manos del Señor que se levanta de la muerte y nos dejamos levantar y resucitar por Él, con Él y en Él, aunque las circunstancias no cambien y sigan difíciles y se compliquen aún más, adentro nuestro se produce como un chispazo, como un resurgimiento, como una bocanada de aire nuevo que nos devuelve a la vida cotidiana de una manera nueva”.

“Y si renace en nosotros la esperanza, es que verdaderamente el Señor ha resucitado y nosotros con Él. La esperanza y la alegría son un signo sorprendente y maravilloso de que la resurrección del Señor me tocó y me transformó”, añadió.

Finalmente, subrayó que, “así como el pesimismo, la queja, la frustración y la desilusión se contagian y mucho, así también se contagia la vida, la alegría y la esperanza”.

“Los cristianos no somos vendedores de ilusiones, ni queremos engañar con una fe vacía de una vida auténtica. Los cristianos somos testigos de alguien que estaba muerto y ahora vive; y eso, aunque nos cueste explicarlo, nos llena de alegría y esperanza. Nuestra misión es contagiar al mundo de esa Vida nueva”, concluyó.+

» Texto completo de la homilía