Martes 16 de abril de 2024

Mons. Olivera: "Que Jesús nos haga vivir la novedad del Evangelio"

  • 22 de febrero, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
El obispo castrense presidió la misa inaugural del ciclo lectivo del Seminario San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero.
Doná a AICA.org

Moneñor Santiago Olivera presidió, la noche del 18 de febrero en la capilla San Lucas, la misa de inicio del ciclo lectivo del Seminario de su ordinariato “San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero”, ubicado en Combate de los Pozos 2073, de la ciudad de Buenos Aires.

Concelebraron la Eucaristía el vicario general castrense, monseñor Gustavo Acuña; el rector del Seminario, presbítero Daniel Díaz Ramos; el vicerrector, presbítero Diego Pereyra; el capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), presbítero César Lionel Tauro; el capellán mayor de la Gendarmería Nacional (GNA), presbítero Jorge Alberto Massut; el capellán mayor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), presbítero Rubén Darío Bonacina. También, el confesor ordinario del Seminario, monseñor Alberto Pita; el confesor ordinario y director espiritual del Seminario, presbíero Enrique Saguier Fonrouge; y capellanes de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad; asistieron, asimismo, seminaristas y fieles castrenses.

Monseñor Olivera, en su homilía, expresó: “Cuando uno, como capellán, recorre las distintas realidades de nuestras Fuerzas, vamos al encuentro de todos, de aquellos que abrazan la fe católica y de aquellos, que no la abrazan”. Y agregó: “Es nuestro gran desafío, ir a anunciar el Evangelio, con la Palabra y con nuestra propia vida, en los lugares donde están nuestros fieles”.

Más adelante, el obispo señaló: “Damos gracias porque Jesús suscita, no solo la vocación sacerdotal, sino también el carisma castrense. Tal como me gusta decir, en esta vocación nuestra, en nuestra diócesis personal, estamos dispuestos a dejarnos moldear a semejanza de la vida de nuestros fieles castrenses, preparados a servir allá donde Dios nos pide, en aquellas necesidades que tenemos a lo largo y ancho del país, y aun fuera del él, para servir a los hombres y mujeres de las Fuerzas y sus familias”.

Sobre esto último, profundizó: “Una doble respuesta, una vocación por la que, tal como me gusta decir a los fieles castrenses, en su horizonte por servir a la Patria, están dispuestos a entregar la vida. En esta realidad, los sacerdotes, todos, el obispo también claro, y los seminaristas se van formando para dejarse configurar y dar la vida sin límite, dar la vida hasta el extremo, motivo de doble gratitud a Dios”.

El ordinario castrense continuó: “Ponemos en el altar la vida de los que ingresan este año, de los que ya están presentes; ponemos en el altar la vida del Seminario Castrense. Gracias por lo tanto a los que están aquí, amigos presentes en esta Eucaristía, que a nosotros nos renueva, nos ayuda y nos alienta en nuestro ministerio y servicio”.

En relación con el Evangelio del día, añadió: “Jesucristo da un paso a la plenitud, es decir, hay que amar a todos y aún a aquellos que más nos cuesta, que es amar a los enemigos”. Lo cual, indicó, “no expresa la escritura del antiguo Testamento concretamente, pero sí estaba la conciencia de que debíamos amar al prójimo, que eran los más cercanos, y Jesús se extiende de un modo más universal, con el amor cristiano, que es un amor que no tiene límites”.

Monseñor Olivera reflexionó: “¿Cómo me mira Jesús? ¿Cómo me manifiesta su amor Jesús? Así yo debo amar a los demás, si de verdad me siento perdonado, debo perdonar a los demás, si en verdad me siento amado, debo amar a los demás”, y exhortó a pedirle a Dios “que nos ayude a tener los ojos de Jesús, a tener los sentimientos de Jesús, a ser santos, a ser perfectos, porque esta vocación y esta llamada a ser santos y perfectos, no es una utopía”.

“Pidámosle a Jesús que nos haga vivir la novedad del Evangelio, que nos haga amar siempre y a todos, como nos enseñó Él”, concluyó.

Nuevas incorporaciones al Seminario Castrense
Para este nuevo inicio del año lectivo del Seminario, ingresaron tres jóvenes, dos oriundos de la provincia de Tucumán y uno de la provincia de Corrientes.

Además, hay otros aspirantes en proceso de discernimiento.

Por otro lado, el domingo 19 de febrero, monseñor Olivera inició una convivencia junto a todos los seminaristas y capellanes en la estancia Santa María de la Armoní (localidad de Cobo, partido de Mar Chiquita, provincia de Buenos Aires).+