Mons. Ojea: 'Para servir a los hermanos, se necesita estar profundamente en Cristo'
- 28 de abril, 2024
- Buenos Aires (AICA)
"Pidámosle al Señor esa coherencia de vida para que todo aquello que aprendamos, toda esta búsqueda de la verdad, esté orientada siempre al servicio del bien común", propuso el obispo de San Isidro.
Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), señaló que “la alegoría de la vid y los sarmientos, presente en el Evangelio de este domingo, es tomada por el Concilio Vaticano II para hablar sobre la Iglesia, sobre este gran misterio de comunión con Cristo que formamos todos”.
“Todos formamos parte de este árbol, somos sus ramas y, dentro nuestro, circula la misma savia, que es el Espíritu Santo. Por el bautismo hemos sido injertados en Cristo: ‘Permanezcan en mí’, nos dice”, recordó el diocesano de San Isidro en su reflexión semanal.
“Ese verbo se repite continuamente en este texto del Evangelio, que es estar bien dentro de Cristo, injertados en Él; no estando ocasionalmente, sino permaneciendo”, sostuvo, y planteó: “¿Cómo hace el sarmiento para permanecer en la vid? ¿Cómo hacemos nosotros para permanecer en Cristo y ser una sola cosa con Él? ¿Cómo hacer para configurarnos con Cristo?”.
El obispo de San Isidro respondió a esas preguntas, diciendo: “A través del cumplimiento de sus mandamientos, principalmente el mandamiento del amor. Cumpliendo este mandamiento del amor, yo soy coherente con este permanecer en Él, por eso va a decir la carta de San Juan tan claramente: ‘Hijitos míos, no amemos con la palabra y con la lengua, sino con obras y de verdad’; es decir, seamos coherentes”.
“El otro día veía la marcha de los jóvenes en pro de las universidades, esa marcha multitudinaria, y reflexionaba: qué profundo es en el ser humano esta necesidad de saber, de crecer en el conocimiento; qué necesidad profunda”, graficó.
“Aristóteles decía: ‘Todos los seres humanos tienden naturalmente a saber, a aprender, porque la búsqueda de la verdad está profundamente metida en la mente y en el corazón de todos los seres humanos'. Pero, ¿por qué?, ¿para qué esta búsqueda de la verdad, esta necesidad de crecer en el conocimiento de la verdad?”, interpeló.
Monseñor Ojea sostuvo que, “para poder servir a los demás según aquello que Dios me da, dentro de ese árbol, yo tengo una función, yo soy dentro de las ramas un ´sarmiento´ que tiene talentos propios para tener que desarrollar, y el estudio ayuda muchísimo a poder desarrollar los talentos para servir a los demás”
“Para poder servir de verdad a los hermanos, necesitamos estar profundamente en Cristo, ser una sola cosa con él. Esto se alimenta con la oración, con los sacramentos y con la coherencia de vida. Pidámosle al Señor esa coherencia de vida, para que todo aquello que aprendamos, toda esta búsqueda de la verdad, esté orientada siempre al servicio del bien común”, concluyó.+