Martes 19 de marzo de 2024

Mons. Ojea en el inicio del Sínodo: Caminar juntos escuchando al Espíritu Santo

  • 17 de octubre, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"La Iglesia es una casa abierta para todos y el Sínodo quiere expresar esta realidad de casa abierta", expresó el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, en su reflexión dominical.
Doná a AICA.org

"Por pedido del papa Francisco, este domingo 17 de octubre se dará inicio en el ámbito diocesano, al Sínodo sobre la Sinodalidad. En ese marco, el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea compartió sus reflexiones.

En referencia al Evangelio del domingo, el obispo expresó:  "Vemos cómo el Señor Jesús concibe nuestra relación fraterna como un servicio al prójimo: «Yo no he venido a ser servido, sino a servir y a dar mi vida en rescate por una multitud». Los dones que hemos recibido son para servir a los hermanos”, destacó.

El papa Francisco, señaló monseñor Ojea, "nos convoca a un Sínodo en la Iglesia para hacer más intenso y transparente este servicio y principalmente para anunciar el Evangelio, su vocación fundamental. El Sínodo es un llamado a nuestra responsabilidad".

"Cuando amamos mucho a alguien nos sentimos responsables de su vida y de su destino. Así también vamos a ser consultados sobre cómo está marchando la Iglesia en su camino y qué le falta para marchar mejor. Es como volver a nuestra corresponsabilidad, nuestro bautismo”, comparó.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina resaltó que “cuando fuimos bautizados todos fuimos hechos hijos del Padre, hermanos entre nosotros, todos ungidos y todos enviados a misionar. Desde ese ser bautismal vamos a aportar con libertad lo que pensamos pero también vamos a escucharnos y al escucharnos vamos a intentar escuchar al Espíritu Santo”.

Y planteó: "¿Qué nos dice Dios en este momento de la historia para caminar juntos en la Iglesia?" Este Sínodo al que nos convoca el Papa, aclaró, "no es un parlamento, tampoco es una encuesta, ni el resultado de un estudio que nos lleve a sacar un documento. Es escuchar a Dios, y con él, escuchar el clamor de su pueblo y escuchar al pueblo para respirar en él la voluntad de Dios. Escuchando a Dios y escuchándonos entre nosotros vamos a recibir como Iglesia lo que el Espíritu nos dice para caminar mejor”.

Hacia el final de su mensaje, el presidente del Episcopado observó: “Podemos estar enojados con la Iglesia, podemos sentirnos heridos y lastimados por algunos gestos y actitudes. En este caso también tenemos la oportunidad de expresar, de decir lo que pensamos y sentimos para que la Iglesia pueda, al escucharlo, también recibirlo y ver las cosas en las que tenemos que cambiar”.

"Podemos sentirnos indiferentes a la Iglesia, podemos pensar «no me importa el destino de la Iglesia, pero sin embargo la considero importante como servicio a la sociedad»; asimismo, si estoy en este rubro de pensamiento, también «voy a ser escuchado»”, aseguró.

Finalmente, animó: "Todos podemos participar, la Iglesia es una casa abierta para todos y el Sínodo quiere expresar esta realidad de casa abierta, de comunidad abierta: caminamos juntos pero vamos escuchando al Espíritu Santo para ir cambiando las cosas que podemos cambiar en orden a servir mejor y anunciar con mayor claridad y frescura el Evangelio de Jesús que es la vocación propia de la Iglesia”.+