Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Mestre: "Dejar que Dios sea Dios"

  • 23 de octubre, 2019
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"Fidelidad al tiempo de oración", "En el tiempo de Dios" y "Fe y Sagrada Escritura"
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En los tres puntos para reflexionar que empleó el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, en su homilía para el domingo 20 de octubre, hizo alusión a la importancia de la oración en la vida cristiana, a saber entender los tiempos de Dios, y la importancia de tener presente la Escritura y proclamar el Evangelio.





Fidelidad al tiempo de oración

“Orar siempre sin desanimarse”, es el consejo de San Lucas y el mensaje que el obispo de Mar del Plata destacó. La perseverancia en la vida de oración es la clave para ser firmes en el camino, la “fidelidad al tiempo de oración”, mencionó el prelado. “La oración cristiana se juega en la fidelidad al tiempo: eso es orar siempre sin desanimarse. No tenemos que rezar solo cuando experimentamos las ganas, o cuando lo sentimos, cuando lo necesitamos o cuando estamos sensiblemente conectados y a gusto. Debemos ser perseverantes en la oración y orar siempre”.



En el tiempo de Dios

La frase “aunque los haga esperar” con la que termina el relato evangélico del domingo, nos hace entrar “en el misterio del tiempo de Dios”. “Cuando hacemos oración de petición, sobre todo en situaciones límite o complejas, corremos el riesgo de exigir a Dios una respuesta inmediata. Sin embargo, el Señor muchas veces se hace esperar, tiene su tiempo”, explicó monseñor Mestre. Y aunque no sepamos el motivo de Dios, sabemos que “detrás hay algo bueno para nosotros, aunque no lo podamos captar en este momento”; y, además, “Dios siempre está presente acompañándonos, aunque nos haga esperar”. Por eso, es importante “dejar que Dios sea Dios”.



Fe y Sagrada Escritura

En el último punto, el obispo de Mar del Plata hizo referencia a la segunda lectura que muestra que “la Biblia da la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesús”, y le recuerda que “está inspirada por Dios y que, como Palabra de Dios, debe ser proclamada siempre”. En este sentido, el obispo recomendó involucrar la Escritura con la vida de oración: “Solo así seremos sabios según Dios y estaremos en el camino de la salvación”. De la mano con esto, está la invitación a proclamar siempre el Evangelio.+