Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Martorell: "El encuentro con el Padre se da a través de la pureza del corazón"

  • 25 de septiembre, 2012
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, señaló en su reflexión dominical que "cuando el Señor anuncia su Pasión lo hace siempre junto al anuncio de su resurrección. Estos dos caminos van siempre juntos". El prelado recordó que recordó que el camino del encuentro con el Padre se da a través de la pureza del corazón "y del servicio de los pequeños, de los más pobres y humildes y sin echarse atrás cuando en este camino cristiano nos encontramos con la Cruz, el desprecio y la humillación".
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El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, señaló en su reflexión dominical que "cuando el Señor anuncia su Pasión lo hace siempre junto al anuncio de su resurrección. Estos dos caminos van siempre juntos".

El prelado señaló que "el misterio del dolor como signo supremo del amor es solamente entendible desde Dios y desde la fe. Ya la Escritura nos habla de esto en los libros de Job, de Jeremías, en los cánticos del Siervo Sufriente de Isaías. No habrá forma de entender este misterio de fe ni tampoco captar el misterio de la resurrección sino desde la fe".

"Jesús que lee el corazón de sus discípulos señaló que quien quiera ser el primero que se haga el último de todos. Humilde y pequeño, necesitado como un niño y es por eso que Jesús atrae un niño hacia sí, lo abraza y les dice que las preferencias de Dios no son para con los grandes, sino para con los pequeños y afirma además que de ellos es el Reino de Dios", manifestó.

Monseñor Martorell recordó que el camino del encuentro con el Padre se da a través de la pureza del corazón "y del servicio de los pequeños, de los más pobres y humildes y sin echarse atrás cuando en este camino cristiano nos encontramos con la Cruz, el desprecio y la humillación".

El pastor de Puerto Iguazú aseguró que "el apóstol Santiago nos dice que el espíritu de sacrificio y de amor, sencillo y humilde, libran al hombre de la envidia, de la violencia y de tantas pasiones que lo atan, y también del orgullo y la ambición de los primeros puestos".

Como conclusión, el obispo dijo que "la sabiduría que viene de lo alto nos hace amar la paz, la concordia, nos hace ser dóciles, comprensivos y nos lleva a tener un corazón lleno de perdón y reconciliación con el hombre y con la vida". +

Texto completo de la homilía