Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Martín: "Pidámosle a Santa Rosa poder servir a la Patria en sus necesidades"

  • 31 de agosto, 2022
  • Santa Rosa (La Pampa) (AICA)
"En criollo, sería como 'hacer patria, con los ojos misericordiosos de Dios', o mejor aún 'con el corazón de Dios'", sostuvo el obispo pampeano al presidir las fiestas patronales en honor de la santa.
Doná a AICA.org

La comunidad diocesana de La Pampa celebró el martes 30 de agosto las fiestas patronales en honor de Santa Rosa de Lima con una misión llevando la imagen de la santa, la procesión y la celebración eucarística presidida por el obispo local, monseñor Raúl Martín

La misa en la catedral Santa Rosa de Lima fue concelebrada por el obispo auxiliar Luis Darío Martín, y los presbíteros Juan Carlos Cipolla, Matías Godoy, David Aguirre, José Lazzaletta, Damián Cabezas, Diego González y Cristóbal Kletkiewicz. 

De las celebraciones religiosas con el lema “Santa Rosa de Lima que podamos servir a nuestra Patria en sus necesidades”, participaron autoridades del gobierno municipal, de la Policía Provincial y de la Subsecretaría de Culto bonaerense.

“Muchas veces en la vida, se nos hace difícil discernir lo que es mejor, el camino a tomar, la decisión más prudente y adecuada, lo que es bueno”, reconoció el obispo diocesano.

“A veces, nos aferramos a cosas, criterios, ideas, creyendo que son imprescindibles para nosotros. Razones, personas, vínculos, espacios de poder, títulos o lo que fuere, con la certeza de que esto es lo único que nos puede salvar”, agregó en la homilía.

Monseñor Martín consideró que “quizás, a veces, simplemente hay que animarnos a soltarnos”, pero aclaró: “No de cualquier manera, ‘soltarnos en las manos de Dios’, sabiendo que es Él nuestro Tesoro, como lo hizo la santita”. 

“Soltar y soltarnos, como dice el Evangelio que proclamamos, para tomar lo absoluto, el Tesoro. Porque el Reino de Dios, se parece a estos hombres de las parábolas que comprendieron el valor de lo único importante, del Único importante”, sostuvo.

En relación con el lema de la fiesta patronal, el obispo pampeano invitó a volver a pedirle a Dios, a través de la santa, que “podamos o sepamos servir a nuestra Patria en sus necesidades”.

“En criollo, sería como ‘hacer patria, con los ojos misericordiosos de Dios’, o mejor aún ‘con el corazón de Dios’. Y le pedimos a Rosa, que nos enseñe y nos dé fuerza, que cambie nuestro corazón para que sepamos mirar, para que sepamos entregarnos”, completó.

Monseñor Martín insistió en la necesidad de pedirle a Santa Rosa que “no nos deje cansar ni bajar los brazos, pero que sepamos confiarnos en los verdaderos brazos de Dios” y animó a sembrar esperanza “en medio de tanta incertidumbre”.

“La cruz nos habla de dolor, de ofrenda…, pero también de esperanza. Nos habla del Viernes Santo, pero también del Domingo. Y aunque el  Viernes se hace tan largo a veces, no podemos acostumbrarnos a situaciones tan dolorosas mirando para el costado, como quien quiere olvidarlas, ni hoy ni nunca”, graficó.

"Hay tantas preguntas sin respuestas, o que no encuentran quien las responda,…, ‘cada vida vale infinito, pero pareciera que para algunos, No todos valen lo mismo’”, lamentó y agregó: “A veces pensamos, ¿qué podemos hacer nosotros frente a tanto, cuando lo nuestro es tan poco? Confiar en Dios. Confiar y amar. Amar que es entrega generosa de la vida, arremangarse para sostener y levantar, para dar una mano cada día y siempre. Ayudarnos a susurrar al oído del corazón, ‘que hay esperanza si caminamos juntos’”.

El obispo de Santa Rosa llamó a amar y a reclamar para todos “vivir los valores del Evangelio de Jesús, vivir en la verdad, la justicia, y ser constructores de la paz”.

“Cuando pasa tanto tiempo, y pareciera que nada cambia, cuando vemos que otros, en especial quienes debieran ponerse al servicio del Pueblo, no lo hacen, cuando el desaliento se hace popular, es el tiempo de acrecentar nuestro testimonio y entrega, de aferrarnos a la verdad y a la fuerza del Evangelio”, aseveró.

Monseñor Martín pidió no quedarse “en la sola queja que envenena y entristece, tengamos la certeza que nadie hará lo que a nosotros con la gracia de Dios nos toca, aunque parezca poco frente a tanto. Santa Rosa, no se dio por vencida, y dejó que su corazón se llenara de misericordia y alegría en su entrega”.

“Que el Señor de la historia, nos ayude a construir entre todos un país más justo y solidario, un Pueblo más justo y solidario, empezando por casa, sin excluidos, donde nos descubramos verdaderamente hermanos, donde volvamos a creer que es posible una Argentina grande para todos. Que María de La Pampa y Santa Rosa de Lima, custodien nuestra esperanza y acrecienten en nosotros el deseo de ser buenos servidores de todos los hermanos”, concluyó.+

» Texto completo de la homilía