Mons. Margni animó a ser instrumentos de paz y solidaridad
- 5 de enero, 2025
- Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Avellaneda-Lanús dirigió un mensaje a la comunidad con motivo de la 58° Jornada Mundial de la Paz e hizo un llamado a fortalecer y multiplicar las iniciativas en favor de los más débiles.
En unión con todos los cristianos del mundo, la diócesis de Avellaneda-Lanús celebró el 1° de enero la 58ª Jornada Mundial de la Paz, con el lema "Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz"
"En nuestras periferias pobres de Avellaneda-Lanús, bien sabemos que la paz no es solo una utopía, sino una necesidad concreta. Sabemos que la violencia, la inseguridad y la pobreza son realidades que afectan a muchas familias y comunidades", expresó el obispo, monseñor Marcelo Margni.
Y prosiguió: "Pero también sabemos que hay un gran tesoro en el corazón de nuestro pueblo, una riqueza que se encuentra en la solidaridad, la generosidad y la fe de nuestros hermanos y hermanas, que es capaz de sanar el odio".
Por eso, animó a en renovar el compromiso por la paz en la comunidad diocesana durante el Año Santo: "Queremos caminar juntos como Iglesia sinodal, sembrando reconciliación, justicia y amor en un mundo que tanto lo necesita. Queremos comprometernos a trabajar por la justicia y la paz en nuestras comunidades, especialmente en las periferias pobres de Avellaneda y de Lanús. Queremos trabajar para que todas las personas tengan acceso a la educación, la salud y el trabajo digno, y para que las familias puedan vivir con dignidad y seguridad", enumeró.
Asimismo, planteó que "queremos hacerlo ofreciendo todo nuestro potencial evangelizador, desde nuestra identidad creyente, buscando que cada persona pueda sentirse llamada a una vida nueva".
"Al empezar este nuevo año, pidamos al Señor que nos guíe en nuestro camino de fe, que nos dé la fuerza y la sabiduría para trabajar juntos por la paz, y que nos ayude a construir una sociedad más humana", alentó.
Luego, llamó a dejar "que la Virgen, Madre de la esperanza, nos ayude a vivir en este espíritu. Que podamos convertirnos en peregrinos de la esperanza y vivir este Año Santo como un tiempo fuerte de misericordia".
En este sentido, animó como pastor a que, en cada comunidad, el Jubileo sea la oportunidad de fortalecer y multiplicar las iniciativas en favor de los más débiles. "Que podamos ser instrumentos de esta paz y de esta solidaridad en nuestras comunidades de Avellaneda-Lanús", concluyó.+