Martes 16 de abril de 2024

Mons. Lozano: "El riesgo del tedio y la decepción"

  • 6 de marzo, 2022
  • San Juan (AICA)
En Cuaresma, el arzobispo de San Juan de Cuyo invitó a "una conversión sinodal" mediante un examen de conciencia y "acogiendo también el llamado a la conversión".
Doná a AICA.org

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), inició su reflexión semanal recordando: “Cuando iniciamos un emprendimiento solemos hacerlo con optimismo, entusiasmo, esperanza. Bien puede tratarse de iniciativas personales, familiares o comunitarias, construir una casa, comenzar una carrera, cambiar de trabajo o mudarse, comenzar un tratamiento para adelgazar. También es la experiencia al organizar un grupo misionero, un servicio en un barrio para estar cerca de los pobres…”

“Cuando aparecen las adversidades, las faltas de respuestas de quienes se habían comprometido nos asalta una especie de fatiga que pone en peligro la perseverancia”, reconoció, y destacó la importancia de “no cansarnos de hacer el bien”.

“Perseverar ante los fracasos y desilusiones. Liberarnos de la presión y ansiedad del “todo ya”. Debemos cuidar que no se deteriore la esperanza y se debilite el compromiso ante la falta de resultados inmediatos”, agregó.

Tras citar el mensaje para la Cuaresma del papa Francisco, recordó que “desierto, tentaciones, pecados, misericordia… son experiencias concretas de nuestra vida que en este tiempo se nos ofrecen para la meditación”. 

El arzobispo sanjuanino sostuvo, parafraseando al pontífice, que “vivimos un tiempo de ‘sueños rotos’”, y enumeró: la pandemia, la violencia, la guerra, el egoísmo…

Monseñor Lozano señaló que en la Cuaresma cada uno tendrá momentos personales y comunitarios que se irán entretejiendo y potenciando mutuamente. 

“A nivel personal: debemos buscar el encuentro con la Palabra, la oración confiada, ayuno, servicio a los hermanos”, propuso, y completó su sugerencia: “En cuanto a la dimensión comunitaria: observemos que recibimos las cenizas sobre toda la comunidad cristiana porque nos reconocemos necesitados de conversión como Iglesia”.

“A su vez, en la Pascua renovaremos la fe de la Iglesia. Tendremos celebraciones penitenciales, iniciativas solidarias, la misa de cada fin de semana, algún retiro espiritual”, añadió.

Monseñor Lozano explicó que “se trata de recorrer juntos un proceso de ‘conversión pastoral’; esto nos lleva a revisar las actitudes, las estructuras, la mentalidad, las celebraciones comunitarias”. 

“Es también conversión sinodal. Con el lema ‘Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión’ deberíamos realizar un examen de conciencia y acoger también el llamado a la conversión. Escuchemos con atención el llamado de Dios”, concluyó.+