Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Juan Carlos Ares fue ordenado obispo

  • 30 de diciembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
Monseñor Juan Carlos Ares fue ordenado obispo el viernes 26 de diciembre. El sacerdote porteño recibió la ordenación de manos del arzobispo de Buenos AIres, cardenal Mario Poli, y de los obispos de Avellaneda-Lanús y de Jujuy. En su primer mensaje a la comunidad, deseó poder ejercer el episcopado amando más, apacentando al rebaño de Jesús y, como san Pedro, siendo pescador de hombres.
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Monseñor Juan Carlos Ares fue ordenado obispo el viernes 26 de diciembre, en una celebración eucarística que tuvo lugar en la catedral metropolitana. El sacerdote porteño recibió la ordenación de manos del arzobispo, cardenal Mario Aurelio Poli, y de los obispos coconsagrantes Rubén Frassia, de Avellaneda-Lanús, y César Daniel Fernández, de Jujuy.

La misa de ordenación episcopal fue acompañada por una gran cantidad de obispos y sacerdotes del clero porteño y de otros presbiterios, así como también fieles de las parroquias por las que pasó el padre Ares. También estuvieron presentes los padres del prelado y sus familiares venidos de España.

El cardenal Poli presidió la celebración y tuvo a su cargo la homilía de la misa de ordenación. El evangelio narra el momento en que Jesús pregunta por tres veces a Pedro si lo ama y lo manda a "apacentar" las ovejas del rebaño. El purpurado invitó a su obispo auxiliar a imitar al apóstol y ser, como él, también un pescador de hombres.

El cardenal Poli agradeció a monseñor Ares por haber aceptado el nuevo encargo de pastor y reflexionó sobre la misión del obispo, que debe "apacentar" a las ovejas. Definió que es una palabra "dulce, comprometedora y desafiante".

"Apacentar es un don que se renueva en cada Eucaristía, en su amor, en la oración, en el ejercicio de la caridad pastoral. Ahí es donde Él nos contagia el entusiasmo de dar la vida por sus ovejas", observó el purpurado

Dirigiéndose a los fieles, el cardenal Poli recordó que el Señor continúa predicando el evangelio y administrando los sacramentos de la fe a los creyentes por medio de sus obispos, y a través de la sabiduría y prudencia de ellos, los conduce por la sabiduría terrena a la felicidad.

"Querido hermano Juan Carlos, elegido del Señor: recordá que fuiste tomado de entre los hombres y puesto al servicio de los hombres en las cosas que refieren a Dios. El episcopado es un servicio, no un honor. Es necesario que el obispo, más que presidir, sirva a sus hermanos", recomendó el arzobispo.

"Que tu pasión sea la misión, y también las vocaciones", definió. "Acompañá de cerca a los jóvenes que quieran seguir al Señor. Juan Carlos, apacentá y pescá, y pescá mucho. Preocupate por todo el rebaño al que el Espíritu Santo te pone delante", concluyó el obispo.

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Acción de gracias del nuevo obispo
Antes de concluir la celebración, monseñor Ares dirigió unas palabras a los presentes. Agradeció extensamente a Dios por todas las gracias que le entregó y dio las gracias todos los que lo guiaron y acompañaron en su vida. También pidió perdón por aquellas faltas que pudiera haber cometido.

Dirigiéndose a la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Balvanera, su última comunidad como párroco, dijo: "Gracias a la Virgen refugio de pecadores, y al santuario de San Expedito, aunque aún no tenga el título oficialmente? gracias por la actitud de disposición y de servicio a ejemplo de María; gracias por dejarse conducir para servir mejor al pueblo de Dios, por las iniciativas misioneras, gracias de verdad".

Citando al siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio, habló de una triple fidelidad que debe mantener el consagrado: a Dios, a la Iglesia y al hombre de hoy. Por eso pidió a la Virgen que le ayude a vivir la fidelidad en estos tres cauces. "Que Ella inculque en mí la fidelidad en la oración, la fortaleza en la cruz y la caridad en la acción", expresó. (Texto completo de las palabras de Mons. Ares)

Episcopado presente
Además de los consagrantes, estuvieron el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; los obispos auxiliares de Buenos Aires, monseñores Joaquín Sucunza, Enrique Eguía Seguí, Ernesto Giobando SJ y Alejandro Giorgi; el obispo de San Martín, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo; el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera; el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García; el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, y su auxiliar, monseñor Jorge Vázquez; el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y su auxiliar, monseñor Martín Fassi.

También concelebraron el obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti; el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Gabriel Barba; el arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini; el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic CM; el arzobispo emérito de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan; el obispo de Azul, monseñor Hugo Manuel Salaberry SJ; el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, y el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Stöckler.+