Mons. García Cuerva: "Jesús resucitado viene abrirnos la cabeza y el corazón"

En el domingo de la Misericordia, el obispo reflexionó sobre las puertas cerradas de los discípulos antes de la aparición de Jesús resucitado, y animó a ser "iglesia callejera en salida".

En su homilía del Domingo de la Misericordia, monseñor Jorge García Cuerva comenzó refiriéndose a la primera lectura de los hechos de los apóstoles, “las primeras acciones de esta Iglesia en salida”, señaló. 

Luego advirtió que “andaban por las calles y que los enfermos se acercaban, aunque sea para que por lo menos la sombra de Pedro pasara sobre ellos. Es decir, era una iglesia callejera, una iglesia que está al lado de los que sufren”.  

A continuación, se refirió a la segunda lectura del libro del apocalipsis: “Nos habla de Juan que está en la isla de Patmos, es decir, un Juan misionero”. Y relacionó la Iglesia en salida de los primeros apóstoles y la Iglesia del apocalipsis, también en salida, en contraposición a cómo se encuentran los discípulos en el Evangelio: “Aparecen con las puertas cerradas por temor a los judíos, por miedo a ser perseguidos, por angustia, por tristeza”. Y expresó que seguramente tenían la cabeza cerrada porque Jesús murió y “no hay nada por hacer”.  

“Cuántas veces tenemos la cabeza cerrada por creernos dueños de la verdad, cuántas veces tenemos la cabeza cerrada porque creemos que nada puede cambiar”, lamentó. 

Por eso, Jesús resucitado viene a “abrir el corazón y la mente”, afirmó y agregó que Él “acompaña nuestra vida cuando logramos puentes de reconciliación”. 

Por último, el obispo invitó a reconocer a cada uno en la propia vida “signos del Señor resucitado”.+