Domingo 13 de octubre de 2024

Mons. García Cuerva: "La droga no tiene más poder que Jesús"

  • 15 de marzo, 2019
  • Luján (Buenos Aires)
Con el lema "Recibir la vida como viene", la Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC) celebró el sábado 9 y domingo 10 de marzo su 11º aniversario en la Villa Marista de la ciudad de Luján. Con la participación de más de 2000 personas provenientes de los centros barriales de todo el país, el encuentro reunió distintas expresiones artísticas, desarrolladas por los distintos hogares.
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Con el lema "Recibir la vida como viene", la Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC) celebró el sábado 9 y domingo 10 de marzo su 11º aniversario en la Villa Marista de la ciudad de Luján. El objetivo del encuentro fue expresar el lema, que surgió a raíz de las palabras del papa Francisco, a través del arte y del corazón.

Participaron del encuentro más de 2000 personas que, durante la jornada del sábado, expusieron distintas expresiones artísticas, que abarcaron desde fotografía, poesía, cuentos, música y baile, hasta feria de los diferentes productos artesanales que cada centro produce. Además, se pintó un mural, como signo de integración de los distintos hogares de Cristo que se encuentran a lo largo y a lo ancho del país.

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El domingo por la mañana, los participantes peregrinaron desde la Villa Marista hasta la basílica Nuestra Señora de Luján, donde compartieron juntos la misa. Presidió la Eucaristía el obispo electo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, y concelebró el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de zona centro, monseñor José María Baliña, junto con el presbítero José María Di Paola y otros sacerdotes.

Durante su homilía, monseñor García Cuerva propuso cuatro tentaciones: la de "olvidarnos de donde salimos", la de "bajar los brazos", la de "cortarse solo", y "creérsela". Y les dijo: "En los momentos que estamos solos, tristes o bajoneados, en esos momentos aparece el demonio, que viene a separarnos del camino de Dios".



Ante la primera tentación, recordó: "Todos somos amados, salvados y perdonados por Jesús", sin embargo, señaló, "todos tenemos un muerto en el placar". Y destacó: "Si reconozco que Jesús me rescató y me perdonó con mis muchos pecados, ¿quién soy yo para andar con el dedito acusador?"

Respecto a la segunda, les dijo a los residentes de los hogares de Cristo que no caigan en la tentación de creer que "la droga les ganó", ni sentirse derrotados. Por su parte, les habló a los cuidadores de la tentación de bajar los brazos ante los pocos resultados del trabajo. Por el contrario, los animó "Nosotros creemos en la victoria de Jesús en la cruz. Mas allá de las dificultades no debemos bajar los brazos. La droga no tiene más poder que Jesús".

Luego se refirió al "quedarse solos": en ese momento, "son carne de cañón para la droga y para el demonio", apuntó monseñor García Cuerva. "Por eso nosotros somos una gran familia, porque sabemos que no podemos solos y que juntos es más fácil".

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Respecto a la última tentación, mencionó con alegría el 11º aniversario de la Familia Grande Hogar de Cristo, pero advirtió no "creer que tenemos la vaca atada", porque en ese momento es "cuando el demonio más tienta".

"Al cumplir 11 años, le seguimos diciendo a la Virgen: ¡te necesitamos! Le seguimos diciendo a Dios que no podemos solos, que queremos seguir adelante como hermanos y como familia grande".

Al concluir, invitó a los presentes a mirar a la Virgen de Luján, "que con su mirada sabe lo que nos pasa". "Hoy le venimos a dar gracias por estos 11 años y por toda la gente que labura y se desgasta día a día por el bien de cada uno de los pibes en nuestros barrios y ciudades. Por los que creen que el poder de la droga no es más que el poder de Dios y de la Virgen"

Entre otras personalidades, estuvo presente en el encuentro monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro, quien presidió el acto inaugural, y la hermana Marta Peloni, que agradeció a la Familia Grande Hogar de Cristo por el gran trabajo realizado en el último tiempo.



La Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC) es la federación que agrupa centros barriales que tienen como finalidad dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social o de adicciones. El pasado fin de semana celebró su 11º aniversario en la Villa Marista de la ciudad de Luján.

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