Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Gallagher: Hacia la universalidad de los derechos humanos

  • 14 de septiembre, 2018
  • Estrasburgo (Consejo de Europa)
El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul Richard Gallagher, intervino en el Simposio sobre "Desarrollo humano integral y universalidad de los derechos en un contexto multilateral", organizado por el Consejo de Europa, en Estrasburgo, con ocasión del 70° Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
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El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul Richard Gallagher, intervino en el Simposio sobre "Desarrollo humano integral y universalidad de los derechos en un contexto multilateral", organizado por el Consejo de Europa, en Estrasburgo, con ocasión del 70° Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

"Esta es una ocasión propicia para impulsar aquella fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y en el valor de la persona humana, en la igualdad de los derechos del hombre y de la mujer", dijo al comenzar su discurso monseñor Gallagher.

El representante de la Santa Sede recordó que este Simposio forma parte de una serie de actos que la Santa Sede está promoviendo para celebrar los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que concluirán con la Conferencia Internacional que se desarrollará en el Vaticano en el mes de diciembre, organizada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

"Para la Santa Sede ?afirmó monseñor Gallagher? el 70° Aniversario de la Declaración Universal es una oportunidad para reafirmar su compromiso al servicio de la causa del hombre, en un contexto en el que el precioso patrimonio de los derechos humanos, que la Comunidad Internacional había proclamado solemnemente como fundamento de un nuevo orden tras los horrores de la guerra, se presenta seriamente cuestionado, tanto en la teoría como en la práctica". Si elegimos como tema de este coloquio "El desafío de la universalidad", dijo el Secretario para las Relaciones con los Estados, es porque creemos que la universalidad de los derechos representa la cuestión crucial de nuestro tiempo, un verdadero tema stantis aut cadentis (a punto de caer), sobre el que se juega la posibilidad de que los derechos humanos sigan marcando el horizonte común para la construcción de nuestras sociedades.

En el presente contexto histórico, dijo monseñor Gallagher, se presentan tres grandes desafíos que impiden el reconocimiento de la universalidad de los derechos humanos.

"Un modelo de desarrollo social no suficientemente inclusivo; las consecuencias relacionadas al creciente pluralismo cultural; las persistentes y graves violaciones de los derechos humanos que se registran en diversas partes del mundo"

Después de citar los tres grandes desafíos a la universalidad de los derechos humanos, monseñor Gallagher presentó tres posibles respuestas desde el punto de vista de la Santa Sede.

Respecto al primer gran desafío, el relativo al modelo de desarrollo social que hoy no es suficientemente inclusivo. "Creo que es fundamental referirse a un aspecto calificativo de la Declaración Universal ?explicó el prelado? la afirmación simultánea de los derechos políticos y civiles y económicos, sociales y culturales, son un punto esencial y a menudo olvidado: es cierto que la protección y promoción de la primera tiene una dinámica diferente de la de la segunda, pero ninguna de las dos categorías puede florecer sin la otra".

"Esta visión refleja plenamente lo que, desde el punto de vista de la doctrina social, llamamos desarrollo humano integral y que Pablo VI resumió, hace más de cincuenta años, en la fórmula: desarrollo de todo hombre y de todo el hombre"

Sobre el segundo reto, el de aumentar el pluralismo cultural, el Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede señaló que, hay que buscar una respuesta en la firme afirmación del derecho a la libertad religiosa, que es una condición para el respeto mutuo y la igualdad real en el contexto de una sociedad pluralista.

"La libertad religiosa ? puntualizó? es particularmente importante en la construcción de los derechos humanos, porque protege la relación con el fin último de la existencia, que es el núcleo de la dignidad trascendente de la persona, que también refleja las diferentes visiones del hombre. Es bien sabido que la libertad religiosa no se limita a la libertad de culto o de profesar la propia fe; incluye, como se afirma en el artículo 18 de la Declaración, la libertad de manifestar, sola o en común, tanto en público como en privado, la propia religión o creencia en la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia de los ritos".

Por último, monseñor Gallagher precisó que ante el tercer desafío, que se refiere a la inestabilidad del orden internacional, con las violaciones graves y generalizadas que siguen produciéndose en muchos países, no hay respuestas fáciles. "Pero se puede abrir un camino sobre la base de lo que toda la construcción de los derechos humanos presupone como condición sine qua non el reconocimiento, en un espíritu de fraternidad, de que mis derechos y los derechos del otro están interconectados y son interdependientes. Así que si la dignidad y los derechos de los demás son ignorados o pisoteados, entonces mi dignidad y mis derechos también están en peligro".

Por último concluyó señalando que "la universalidad de los derechos se basa en el carácter universal de la persona humana misma, que le es intrínseco en razón de su natural apertura a una verdad que la trasciende. En esta apertura a la verdad y al bien común está el fundamento de la unidad de la humanidad. Es precisamente sobre esta apertura común que se funda la universalidad de la familia humana".+


Texto completo del discurso de Mons. Gallangher