Sábado 23 de noviembre de 2024

Mons. Frassia: La fe y la vida, integradas en la realidad cristiana

  • 6 de junio, 2019
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
Monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en su columna semanal "Compartiendo el Evangelio" del domingo 2 de junio, en la Solemnidad de la Ascensión del Señor, invitó a la comunidad diocesana a reflexionar en torno al misterio de Dios, desde la encarnación, pasando por la crucifixión, la muerte y la resurrección del Señor, hasta su ascensión a los cielos.
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"Cristo que viene del Padre, enviado por el Padre, cumple con la misión que el Padre le encomendó y, resucitado, regresa al Padre. Este proceso de ida y de regreso se concreta en la Ascensión del Señor", comenzó explicando monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en su columna semanal "Compartiendo el Evangelio" del domingo 2 de junio, en la Solemnidad de la Ascensión del Señor.

De este modo, el prelado explicó que termina una etapa y comienza otra. "El Señor sube al cielo, a la presencia del Padre, con el Padre va a enviar su Espíritu para que nos confirme, nos recuerde, nos fortalezca y para quedarse con nosotros hasta el final de los tiempos. Y los discípulos, al mirarlo y contemplarlo, se quedan con gran alegría y cumplen con su misión".

Luego, el obispo de Avellaneda-Lanús consideró importante que, como cristianos, "no vivamos mirando el cielo y desconectándonos de las realidades temporales de la vida". Por el contrario, "como buenos discípulos, tenemos que hacer síntesis: desde Dios se responde a las cosas cotidianas de la vida; la fe no nos separa de los compromisos de la vida", indicó.



"Fe y vida", como se titula su columna, "no es vivir la fe por un lado y la vida por otro", expresó monseñor Frassia, sino que "la fe nos lleva a la vida y la vida es interpretada desde la fe".

Al concluir su reflexión, pidió al Señor que, en este tiempo, "demos lugar a la luz de la fe, al compromiso con las realidades terrenas, en la justicia, en la verdad, en la honestidad, en el respeto, en la generosidad. No vivamos una vida en dicotomía, fragmentada, dividida. fe y vida, vida iluminada y sostenida por la fe".+