Lunes 25 de noviembre de 2024

Mons. Colombo: "Seamos solidarios, pero a la vez profundamente religiosos"

  • 10 de noviembre, 2021
  • Mendoza (AICA)
"Padre, danos siempre a nosotros esa capacidad de vivir, de amar y de servir dándolo todo de nosotros mismos", pidió el arzobispo de Mendoza.
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El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa dominical desde la la parroquia San Agustín, donde destacó el diálogo del profeta Elías con la viuda de Sarepta, en la que ambos manifiestan una gran confianza en que Dios no les haría faltar nada.

“Esta escena ha quedado para los cristianos con un antecedente importante de lo que significa dar, dar aún cuando nos falte, dar aún cuando no tengamos lo suficiente; buscar el modo de ayudar a todos”, subrayó refiriéndose a la primera lectura.

El arzobispo mendocino hizo hincapié también en la Carta a los Hebreos, en la que el autor sagrado hace reflexionar sobre “la entrega de Cristo, que es definitiva, su sangre rubrica la entrega de Dios a los hombres para salvarnos de un modo definitivo, pleno, total”.

“Esta Carta a los Hebreros es una exhortación a agradecer a Dios el sacerdocio de Cristo, del cual se deriva tanta vida nueva de la gracia para nosotros, los creyentes”, explicó.

Al reflexionar sobre el Evangelio, monseñor Colombo señaló que en ese texto Jesús “hace una crítica muy severa sobre el modo religioso de responder a Dios de los que constituían los sectores más importantes de la institucionalidad de Israel: escribas y fariseos”.

“Los ve haciendo sus oraciones, los ve inclusive respondiendo en sus prácticas religiosas de una manera poco sentida, de una manera poco sensible; casi meramente ritual”, graficó, antes de referirse al pasaje evangélico de la viuda que da todo lo que tiene.

“Jesús nos hace notar la diferencia entre dar lo que nos sobra y darlo todo; entregar sin sentir que lo que damos nos afecta, pero no se exige un renunciamiento, y dar aún -como dice la Madre Teresa- hasta que duela”, agregó.

Monseñor Colombo consideró que “esta particular, esta peculiar entrega de esta mujer nos invita también a nosotros a considerar nuestro modo de ser solidarios y nuestro modo de vivir la liturgia” “Por un lado, muchas veces nos falta esa cercanía de sentimiento, de afecto, de verdadera unción religiosa en nuestras celebraciones; pero además, cuando nos acercamos al momento de la ofrenda siempre tenemos cálculos o miradas materiales que nos alejan de lo que significa darnos, cuando damos algo a Dios y a los hermanos”.

“Seamos solidarios pero, sobre todo, al serlo seamos profundamente religiosos; le estamos dando a Dios lo mismo que Él nos da a nosotros. Padre, danos siempre a nosotros esa capacidad de vivir, de amar y de servir dándolo todo de nosotros mismos”, concluyó.+