Viernes 26 de abril de 2024

Mons. Colombo pide a la Virgen del Rosario que avive el amor eclesial, sinodal y misionero

  • 4 de octubre, 2021
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza presidió la fiesta diocesana en el santuario de El Challao, donde dio por comenzada la preparación diocesana del Sínodo y anunció que hará visitas pastorales a las comunidades.
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El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la fiesta diocesana en el santuario Nuestra Señora de Lourdes, de la localidad mendocina de El Challao, que llevó por lema “Con la Virgen del Rosario, escuchamos a los hermanos y discernimos los nuevos caminos del Señor”.

“Con la alegría de reencontrarnos junto a la Virgen del Rosario, en esta Casa de María, en El Challao, celebramos nuestra fiesta diocesana convocada para expresar comunitariamente la fe de la Iglesia del Señor peregrina en Mendoza”, destacó en la homilía.

El arzobispo mendocino sintetizó en tres palabras el significado de las lecturas de este día:  alegría, sínodo y visita.

“En esta fiesta, nos unimos a toda la Iglesia, junto a María, para comenzar diocesanamente la preparación al Sínodo de los Obispos. Invitados por el Santo Padre a reflexionar sobre la comunión, la participación y la misión en una Iglesia en perspectiva sinodal, queremos seguir creciendo en la escucha atenta de la Palabra y el discernimiento eclesial de los nuevos desafíos pastorales”, recordó.

“En este último tiempo hemos recibido la visita de Dios a través de las reliquias de Carlo Acutis y la imagen peregrina de la Virgen del Rosario. Sabernos visitados por el Señor, alentados en nuestro camino de fe, sostenidos en el testimonio de la comunión de los santos, nos ayuda a profundizar en nuestra propia respuesta de fe”, aseguró. 

Monseñor Colombo destacó la alegría joven tras las huellas del beato Acutis, a la que consideró “una bocanada de aire fresco en medio de una atmósfera social penetrada tantas veces por el hastío, la decepción y el desaliento”.

“¡El Señor visita a su pueblo! La Virgen del Rosario, nos acercó consuelo y esperanza en la preparación a la fiesta diocesana. Y nos recordó nuestra pertenencia a un único pueblo, presente en la arquidiócesis de Mendoza y extendido a lo largo de los ocho decanatos y las setenta y cuatro parroquias”, subrayó.

“En el encuentro de María e Isabel, se da un momento de profunda comunión espiritual entre ambas mujeres, conscientes de la Buena Noticia presente entre ellas. El Magnificat testimonia la certeza honda que anida en María: Dios triunfa sobre las limitaciones humanas y su misericordia hace posible nuestra realización como hijos suyos y hermanos entre nosotros. Por eso, los pobres, los pequeños, los excluidos, los descartados, tienen lugar en el corazón del Padre”, agregó.

En este contexto festivo, el arzobispo mendocino anunció que a partir de la Pascua de 2022 iniciará su visita pastoral a las comunidades, acompañado por la imagen peregrina de la Virgen del Rosario.

“La visita pastoral del obispo no es una auditoría de naturaleza administrativa ni una inspección de obras; es un encuentro jubilar del pueblo de Dios con Jesús, el buen Pastor, que se hace presente a través del ministerio del obispo; en ese encuentro, siempre lo más importante son las personas, ya que la visita es un tiempo para crecer en el conocimiento recíproco y para discernir el camino eclesial de cada parroquia y de sus capillas e instituciones en comunión con toda la Iglesia; es también, la oportunidad para alimentar la comunión con la oración y la alegría de sabernos hermanos y peregrinos”.

“En una visita de esta naturaleza -puntualizó-, no nos guía la urgencia de un cronograma hecho a las apuradas ni el cumplimiento de objetivos circunstanciales; por eso, me reuniré con los decanos para compartir con ellos los criterios de la visita pastoral y escuchar su parecer para organizarla juntos, conjugando una mirada eclesial de conjunto pero atendiendo a la peculiaridad de cada decanato y región; con mis colaboradores más inmediatos, monseñor Marcelo Mazzitelli y el presbítero Mauricio Haddad, veremos los detalles técnicos que cada visita pastoral entraña, evitando agobiar a las parroquias con gastos o exigencias desmesuradas”.

Monseñor Colombo afirmó que “si con el Sínodo nos adentraremos en esa dimensión constitutiva de la Iglesia con la participación de todos y cada uno de sus miembros, la visita del obispo es una herramienta al servicio de la ansiada comunión de las parroquias y comunidades en la Iglesia particular”.

“Mis queridos hermanos, Dios nos ha regalado esta hermosa tarde de fiesta diocesana para que podamos celebrar con nuestra Madre del Rosario, la experiencia de ser un pueblo en camino, convocado por la Palabra y el Pan de Vida, desafiado a crecer en las respuestas a los nuevos y urgentes desafíos de la realidad, para que la Iglesia esté presente significativa y positivamente en la vida de hombres y pueblos. Con María, podemos dar gracias a Dios que teniendo en cuenta nuestra pequeñez, ha querido hacer en nosotros grandes cosas. Que Ella avive nuestra respuesta de amor eclesial, sinodal y misionero”, concluyó.+

» Texto completo de la homilía