Viernes 4 de octubre de 2024

Mons. Colombo: 'No dejemos de amar y de hacer las obras que Jesús nos enseñó'

  • 16 de mayo, 2023
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza animó a confiar en Dios y a ponerse en sus manos, frente a mensajes "muchas veces tan desarmantes; sin dejar de hacer lo nuestro, sin dejar de obrar el bien".
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Monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, presidió la misa dominical desde la capilla Santa Inés (en Luján de Cuyo), donde recordó que las primeras comunidades cristianas nacen de la mano de apóstoles y de catequistas que “llevan la misión de la Iglesia, aquella misión que Jesús les había pedido: bautizar en su nombre y evangelizar a los pueblos”.

“En la segunda lectura somos animados a dar razones de nuestra esperanza, a testimoniar la fe que anima nuestros corazones”, explicó, e hizo referencia a los “ataques injustos” que sufre la Iglesia. “Críticas despiadadas, muchas veces inventadas, para mostrar con astucia, a través de ardides, cosas que no tienen que ver con la vida de la Iglesia sino, muchas veces, con pretextos para ensuciar la obra de Dios”, precisó.

El arzobispo mendocino sostuvo que la invitación “es a no desmerecer la obra de Dios en nosotros, sino a poder rebatirlas con dulzura, pero con firmeza, para no dejarnos achicar frente a la acción del maligno”. 

“La invitación es a una actitud de valentía, para poner blanco sobre negro lo que es la obra de Dios entre los hombres”, agregó.

Monseñor Colombo explicó: “Jesús nos prepara para recibir el Espíritu Santo; nos está animando a permanecer en el amor, porque Él nos va a mandar el Paráclito, el defensor, el abogado, el que va a ayudarnos a defendernos en las pruebas. Así Jesús, en el contexto de la Última Cena, después de haber lavado los pies a los discípulos, los exhorta a tener esperanza y a confiar en que el Espíritu vendrá para sostenerlos, para alentarlos, para cuidarlos”. 

“También nosotros hoy, terminado el tiempo de Pascua y cercana a la fiesta de la Ascensión, tenemos que animarnos a confiar en Dios, a ponernos más en las manos de Él frente a mensajes tan tristes, muchas veces tan desarmantes; frente a catástrofes, frente al temor generalizado, sin dejar de hacer lo nuestro, sin dejar de obrar el bien”, insistió en señalar.

“También, animarnos a confiar en Aquel que nos sostiene. Que esperemos el Espíritu Santo, que esperemos los frutos de la obra de Dios en nosotros; pero, mientras tanto, no dejemos de amar y de hacer las obras que Jesús nos enseñó”.+