Mons. Colombo: El estilo fraterno que inauguró Jesús

El arzobispo de Mendoza explicó que amar a Dios, amando a los hermanos, se traduce en un estilo de vida "donde todos somos importantes, porque somos hermanos".

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa dominical desde la la parroquia San Agustín, de la capital mendocina, donde subrayó que en las lecturas el Señor invita una vez más a los cristianos a amarlo y a ser parte de su pueblo.

Tras explicar que la primera lectura se revela el origen de los mandamientos, precisó que en la carta a los hebreos el autor profundiza sobre el sacerdocio de Cristo.

“Finalmente tenemos el Evangelio, donde Jesús es interpelado en buenos términos y con muy buena intención por un escriba, es decir un especialista en la ley: ‘Maestro cuál es el primer mandamiento”, puntualizó en la homilía.

“El escriba quiere saber, quiere conocer la verdad y Jesús la expresa sencillamente, con lo del deuteronomio: ‘amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia, con todo tu espíritu, con tus energías”, relató, y completó: “Enseguida añade Jesús el segundo mandamiento, que es semejante al primero: amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

El arzobispo mendocino advirtió que “los ritos, las celebraciones, traducen litúrgica y espiritualmente el amor a Dios; pero si eso no existe en la consecuencia de la vida social y de la relación con el mismo Señor, todo se cae, todo es estéril”.

Monseñor Colombo consideró que estas lecturas interpelan a cada uno sobre “cómo amamos a Dios, cómo es nuestra relación con Él y si de verdad nuestro vínculo con el Señor ocupa un lugar importante de nuestra vida o, en cambio, es un ratito de cada misa dominical o de esas oraciones que repetimos a veces, incluso por costumbre”.

“Amar a Dios es para nosotros una exigencia, nos va la vida en ello y amarlo a Él, amando a los hermanos, significa que ese amor se traduce en un estilo de vida que Jesús quiso inaugurar, un estilo fraterno, un estilo donde todos somos importantes, porque somos hermanos”, concluyó.+