Mons. Caride: 'En las comunidades de San Isidro siempre está brotando algo nuevo'

El flamante diocesano pide para su ministerio fidelidad, cercanía, sinodalidad y escucha. Le preocupan los cambios culturales y su incidencia fundamental en la transmisión del Evangelio.

El flamante obispo de San Isidro, monseñor Guillermo Caride, expresó su preocupación por los cambios culturales y su incidencia fundamental en la transmisión del Evangelio.

Entrevistado por ADN Celam, el prelado sanisidrense destacó la gran creatividad y vitalidad de la comunidad diocesana: "Siempre están apareciendo iniciativas nuevas; siempre están surgiendo búsquedas, trabajos, respuestas; siempre está brotando algo nuevo. Ese es un rasgo de las comunidades en nuestra diócesis".

Entre los mayores desafíos en su gobierno pastoral, prevé los mismos que enfrenta toda la Iglesia: estar inmersos en un cambio cultural, en un cambio de época.

"Eso nos marca muchísimas cosas, cómo el Señor se va manifestando en medio de este cambio cultural, saber percibirlo, percibir cuáles son las búsquedas espirituales que surgen en los hombres y las mujeres de hoy porque, entendiendo esas búsquedas, es que le podemos presentar la novedad del Evangelio que es plenitud y vida para todo hombre, para toda mujer en cualquier cultura, en cualquier geografía, en cualquier realidad", sintetizó.

"Percibir los desafíos del cambio cultural es importantísimo para saber cómo anunciar el Evangelio", sostuvo.

Otra de las cuestiones culturales que ve es cómo sembrar la fraternidad del Evangelio cuando emergen violencias, rupturas, quiebres. O cómo construir comunidad, fortalecer los vínculos, anunciar la fraternidad del Evangelio, la amistad social. "Creo que ese es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante", planteó.

A su vez, reveló que "lo primero que pedí el día de mi ordenación sacerdotal fue poder ser fiel, que es dejarse conducir por el Espíritu de Dios, confiarse a Él, saber dejarse llevar por Él".

"Le pido también el don de la cercanía, porque es la cercanía a las personas de distintas realidades, la cercanía al dolor, al pobre, la cercanía a los jóvenes, donde podemos ir percibiendo por dónde nos quiere ir llevando el Señor como Iglesia. Por donde pasa la misión, allí es donde la cercanía nos permite encontrarnos hermanos", concluyó.+