Mons. Canecín: "Catequistas tienen que ayudar a los catecúmenos a pasar del saber al sentir"
- 22 de marzo, 2017
- Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, predicó en el Encuentro ? Retiro de Catequistas y Agentes de Pastoral, que se realizó en el Instituto Santa Teresa de Jesús, de esta ciudad correntina, donde exhortó a los participantes a "ser capaces de ayudar a los catecúmenos a pasar del saber al sentir; llegar al corazón para que puedan vivir la fe en profundidad".
En este sentido, el prelado tomó el texto del Éxodo para señalar que el pueblo de Israel no fue capaz de pagar el precio de su libertad. "Éramos esclavos, pero teníamos agua, puchero y cebolla", decían. Identificó al pueblo argentino de hoy con el de Israel de aquellos tiempos. "Como argentinos también teníamos muchas cosas pero, ¿estamos dispuestos a pagar ?como los israelitas- el precio de la libertad? ¿O prefiero una vida mediocre siendo esclavo?", interrogó.
Durante el encuentro-retiro, la oración inicial y la animación estuvo a cargo del grupo "Cristo mi Música". También se realizó la "adoración a la Cruz". Entre los sacerdotes se notó la presencia del vicario general de la diócesis, presbítero Juan Carlos López, y la hermana Martha Pelloni de la comunidad de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, además de párrocos de distintas comunidades.
"La figura del desierto, con su silencio y soledad, es ámbito propicio para la oración y el encuentro con Dios. Allí emergen los aullidos de la carne", sostuvo, y recordó que el texto de San Marcos sostiene que el Espíritu Santo "lo empujó (a Jesús) al desierto y permaneció allí".
El prelado destacó la permanencia y constancia de Jesús, al compararlos con los múltiples escapismos del hombre. "¿Quiero salir de mis esclavitudes? ¿O prefiero una vida mediocre siendo esclavo? El pueblo de Israel no fue capaz de pagar el precio de la libertad; y el camino a la libertad exige la prueba, el sacrificio?", agregó.
Tantos suelen ser nuestros escapismos que, cuando nos encontramos con el Señor "le muestro mucho la periferia", pero "Él quiere llevarnos al desierto para conocer lo profundo", el corazón.
"Los catequistas tienen que ser capaces de ayudar a los catecúmenos a pasar del saber al sentir; llegar al corazón para que puedan vivir la fe en profundidad", subrayó.
Tras las palabras del obispo hubo tiempo para la oración personal y, posterior al almuerzo, continuó el encuentro que concluyó con la misa.+