Domingo 24 de noviembre de 2024

Mons. Buenanueva: Señor Jesús, ¡Revélanos el amor del Padre!

  • 30 de marzo, 2021
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió sus reflexiones sobre el Domingo de Ramos en el periódico "La Voz de San Justo".
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Con su tradicional columna en el periódico “La Voz de San Justo”, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre el Domingo de Ramos.

El prelado centró su meditación en “la pregunta del Sumo Sacerdote y la fe del centurión”. “¿Eres el Mesías, el Hijo de Dios bendito?”, pregunta el Sumo Sacerdote a Jesús. “Sí. Yo lo soy…”, responde el Señor.

“También nosotros conocemos esa respuesta. Sin embargo, cada año, en la celebración anual de la Pascua, tenemos que volver a escuchar el relato de la Pasión”, señaló monseñor Buenanueva. “Siempre corremos el riesgo de creer que, porque sabemos el contenido doctrinal de la fe, ya, por esa razón, somos realmente discípulos de Jesús”.

“Necesitamos, sin embargo, que la Pasión del Señor nos conmueva, le hable a nuestra vida, nos ponga en crisis, como a los discípulos que, llegada esa hora, lo dejan solo”.

“Necesitamos contemplarlo en la humillación desnuda de la cruz, para poder confesar, como aquel centurión que lo ve morir: ‘¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!’”.

“Somos invitados a hacer nuestra la fe de aquel centurión pagano: ve al crucificado y reconoce en él al Hijo de Dios. En el humillado contempla la humildad del Dios que, de esa desconcertante forma, nos redime, desarmando toda soberbia.  Esa es nuestra fe, la fe de la Iglesia”.

“Hoy entramos en la Semana Santa. Dos veces escucharemos el relato de la Pasión. Hoy, la versión de San Marcos. El Viernes Santo, la de San Juan. Dos relatos, un solo y gran protagonista. Dos variaciones de un mismo tema: el amor de Dios”.

Finalmente invitó a orar: “Señor Jesús: entramos con vos en Jerusalén para sufrir la pasión. Solo Vos podés revelarnos el misterio de la cruz. Ahora nos disponemos al silencio que contempla y ama. Te suplicamos: ¡Hablá Vos a nuestros corazones! ¡Revelanos el amor del Padre que, desde tu amor de Crucificado, quiere abrazar a todos los crucificados!”, suplicó.+

» Texto completo de la reflexión