Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Azpiroz Costa: 'La Eucaristía es una síntesis de toda la fe cristiana"

  • 12 de junio, 2023
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Bahía Blanca presidió la solemnidad de Corpus Christi y destacó que la Eucaristía "es el signo de la unidad de la Iglesia". También animó a "dejar de mirarnos para mirar al cielo".
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El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa OP, presidió este sábado la solemnidad de Corpus Christi en la catedral Nuestra Señora de la Merced.

Luego de que grupos de la parroquia adoraran al Santísimo Sacramento durante la mañana, a las 16 se realizó una procesión alrededor de la Plaza Rivadavia, guiada por la parroquia San Luis Gonzaga, de la que participaron los obispos de la arquidiócesis, así como varios sacerdotes de la ciudad, diáconos y una numerosa feligresía.

A continuación, monseñor Azpiroz Costa presidió la misa concelebrada por el arzobispo emérito de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, el presbítero Javier Puyol de la prelatura del Opus Dei, el párroco Luciano Guardia, varios sacerdotes de la ciudad y diáconos.

En la homilía, el prelado bahiense relató los comienzos de esta solemnidad, que la Iglesia celebra desde hace 759 años, y el milagro que marcó la historia de esta fiesta.

“¿Por qué honrar el misterio? Porque en la Eucaristía hay verdades maravillosas, hay doctrinas riquísimas, es como un como una síntesis de toda la fe cristiana que la Iglesia católica confiesa”, argumentó monseñor Azpiroz.

También destacó que “es un culto que exige y compromete, y los efectos de esta fiesta de la Eucaristía son magníficos y son indispensables para nosotros. ¿Por qué? Porque son los misterios de nuestra redención. No solo la unión íntima de cada uno con Jesús sino la unidad del cuerpo místico”.

“Por eso nuestra gratitud individual y colectiva – continuó el arzobispo de Bahía Blanca-, y también algo que es importante: nuestra adoración”. Sobre este punto, explicó: “Solo Dios merece ese culto de adoración”.

El arzobispo animó a “agradecer también esa visita de Jesús que se multiplica sobre la Tierra en cada Eucaristía, en cada sagrario”, señalando que “la eternidad no la experimentamos porque no nos cabe en la cabeza la noción de eternidad, pero sí entendemos la traducción amorosa de la eternidad que es la fidelidad”.

“Por eso la Eucaristía es el signo de la unidad de la Iglesia, es la figura, la fuente, el origen y el culmen de esa unidad que nos hace hermanos, que nos hace solidarios, que nos hace unidos en el amor y en la amistad con Jesús porque comemos el mismo pan”, destacó.

“La conversión es simplemente dejar de mirarnos para mirar al cielo. Mirarnos, encontrarnos y ayudarnos”, concluyó parafraseando el lema de la Colecta Anual de Cáritas Argetina.+