Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Araya: 'La vida es una peregrinación que tiene como meta a Dios'

  • 20 de agosto, 2024
  • Villa de Soto (Córdoba) (AICA)
Una multitud de fieles se congregaron en Villa de Soto, para celebrar a su patrono san Roque. Estuvieron presentes 42 agrupaciones gauchas y el obispo de Cruz del Eje presidió la misa central.
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Luego de una convocante novena, predicada por sacerdotes de Cruz del Eje, que incluyó visitas a los barrios, rosarios de la aurora y procesiones, se llegó a la gran fiesta patronal en honor de san Roque en la ciudad de Villa de Soto. Desde muy temprano, promesantes y peregrinos en general de toda la zona, y también de provincias vecinas, se acercaron al santuario para agradecerle y pedirle gracias al santo peregrino.

Así, como cada 18 de agosto, miles de fieles se congregaron en la plaza San Roque para celebrar y manifestar su fe en una fiesta histórica y de las más importantes de la provincia de Córdoba.

El obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Arayapresidió la celebración de la Eucaristía en el atrio del santuario. En su homilía, reflexionó sobre el valor de las imágenes sagradas para la oración: "Cada una de las imágenes que veneramos en nuestros templos nos hablan de una historia de favores recibidas y de acciones de gracias ofrecidas. Cuántas personas, familias, grupos e instituciones han contemplado y rezado ante esta imagen. Cuánta esperanza religiosa puesta en la mirada y en el caminar de cada procesión. Cada imagen supone una historia de fe y de amor del pueblo de Dios, que se transmite de generación en generación", planteó.

El prelado también reflexionó acerca de la importancia de la procesión como manifestación pública de fe: "Salimos a la calle para decirnos que la fe es para caminar, y para llevarla a la vida pública y comunitaria. La fe crece cuando se la comparte en la familia, en el trabajo, en los negocios, en la educación, en política, en el descanso y en la fiesta. No todos entienden esto que decimos y practicamos, pero para nosotros la fe es tan importante como tener familia, como alimentarnos, como respirar, como vivir", aseveró.

Monseñor Araya recordó que asistir al que sufre es un modo de comulgar con Dios: "En la vida se gana, si ganan los últimos; los que sufren en el alma y en el cuerpo. Como hemos escuchado en el Evangelio, se nos invita a la compasión y la acción en favor del enfermo, del encarcelado, del desnudo, del hambriento. Estos días son para vivir en intimidad con Jesús, pero una intimidad en salida, itinerante y peregrina. Es vital que hoy todos los bautizados salgamos a compartir la alegría del Evangelio, con todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo".

"Que san Roque nos enseñe una vez más que la vida es una peregrinación que tiene como meta a Dios. Quien no habla de la muerte, no habla de la vida en serio. Porque esta vida que tenemos está destinada a ser compartida, en la comunión de los santos, en la casa de Dios. Con san Roque, seamos peregrinos de Dios", concluyó.

Luego de la misa, se realizó la tradicional procesión con la imagen del santo, que fue escoltada por los cadetes de la Escuela de Policía y el mar de peregrinos, que inundó las calles de Soto en una tarde a pleno sol. Junto al patrono, recorrió las calles de la ciudad categoría otorgada recientemente a Villa de Soto- la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Polco, patrona de los llanos riojanos, traída de su santuario, ubicado a pocos kilómetros de Chamical, en la provincia de La Rioja. También acompañaron la procesión las reliquias de los beatos mártires riojanos (monseñor Enrique Angelelli, los presbíteros Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wanceslao Pedernera).

Al regresar al santuario, comenzó el tradicional desfile de las 42 agrupaciones gauchas que se congregaron este año para venerar a san Roque. Ese momento fue animado por payadores y por los miles de fieles que agitaban pañuelos y daban gracias ante la imagen de santo patrono que, vestido de azul y oro, una vez más caminó junto al pueblo de Dios.+