Viernes 26 de abril de 2024

Mons. Aguer: Sobre la devastación de la liturgia

  • 5 de marzo, 2020
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo emérito de La Plata, Mons. Héctor Aguer, dedicó su columna editorial del programa televisivo Claves para un Mundo Mejor que se emitió por Canal 9 el sábado 29 de febrero a una catequesis ante lo que definió como "devastación de la liturgia" en las celebraciones de las misas.
Doná a AICA.org

El arzobispo emérito de La Plata, monseñor Héctor Aguer, dedicó su columna editorial del programa televisivo Claves para un Mundo Mejor que se emitió por el Canal 9 de TV el sábado 29 de febrero, a una reflexión y catequesis ante lo que definió como “devastación de la liturgia” en las celebraciones de las misas.



El prelado comenzó recordando que el año pasado, en este mismo espacio, había comentado un caso muy particular de una misa en la playa, en la que el celebrante utilizó como cáliz un mate, lo que dio mucho que hablar. Ahora -añadió- se puede encontrar en internet otro caso en el que un sacerdote celebra misa en un cuartito, donde hubo una reunión evidentemente. Sobre la mesa hay papeles, vasos, gaseosas, y ahí celebra la misa.



"Todo esto -apuntó monseñor Aguer- no es más que la punta de un iceberg de lo que yo llamaría la devastación de la liturgia”.



“Ciertamente hay sacerdotes que celebran muy correctamente la misa pero hay otros que no y, en muchos lugares, la tendencia es convertir la misa en una especie de espectáculo, en un show, incluso con saltos, cantos y la misa de los chicos parece una fiestita de niños".



Se perdió el sentido del misterio litúrgico

"¿Qué significa eso? -se preguntó el arzobispo-", y responde: "Significa que se perdió el sentido del misterio litúrgico porque se perdió la solemnidad, la belleza, la seriedad y el ajuste a las rúbricas que la Iglesia quiere para celebrar la Misa.



"Un sacerdote -explicó monseñor Aguer- no puede hacer lo que quiere con la Misa. El Concilio Vaticano II decía en la Constitución para la Sagrada Liturgia que nadie, aunque sea sacerdote, se atreva a quitar, poner o cambiar nada por iniciativa propia en la liturgia. Eso no ha sido tenido en cuenta, como si no hubiera existido el Concilio Vaticano II”.



“Acá el problema es este: ¿recordamos qué es la misa o nos hemos olvidado ya? ¿La misa es un encuentro fraterno o es el sacrificio mismo de Jesús que se hace sacramentalmente presente? Esa expresión del “santo sacrificio de la misa” parece que cayó en desuso. No es un encuentro de hermanos, lo es secundariamente en todo caso pero primeramente es la Iglesia que se reúne para celebrar el culto de Dios y el culto de Dios por excelencia, en la Nueva Alianza, es la ofrenda al Padre del sacrificio pascual de Jesús que se hace presente sacramentalmente por la acción del Espíritu Santo”.



Lamentablemente es un problema mundial

“Es un misterio la misa. No se lo puede tomar en solfa. No podemos usar la misa para divertirnos un rato o para sentirnos más cómodos. Esto, desgraciadamente, se ha extendido de un modo enorme en la Argentina y en otros lugares también. Recuerdo que el año pasado, o el anteaño, me reuní en Roma con el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y hablando de estos temas le dije: “En la Argentina la liturgia está devastada”, y él me dijo: “No solamente en la Argentina”. O sea que, lamentablemente es un problema mundial".



“¿Y nosotros qué hacemos?", a lo que respondió: "Los fieles que van a misa los domingos tienen derecho a que la misa se celebre como la Iglesia quiere y no como cada curita con su misita, sino como la Iglesia quiere y enseña. Hay una objetividad en la liturgia y esa objetividad es la garantía de que se respeta lo esencial, porque si no, se pierde el misterio litúrgico y eso no ayuda a formar bien a los fieles, sino que al contrario eso desvía a los fieles”.



“No se puede llevar una vida espiritual seria de auténtica oración, de adoración de Dios, si uno no comprende el misterio litúrgico y no lo vive intensamente", concluyó su catequesis el arzobispo emérito platense.+