Martes 23 de abril de 2024

Misa por el primer aniversario de la partida de Mons. Mirás: "Su vida fue una lección"

  • 27 de febrero, 2023
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
En el primer aniversario de su partida, el actual arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió la santa misa concelebrada por varios sacerdotes rosarinos.
Doná a AICA.org

En el primer aniversario de la partida de monseñor Eduardo Vicente Mirás, arzobispo de Rosario de 1993 a 2005, el actual prelado de esa jurisdicción eclesiástica, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió una misa concelebrada por el presbítero Osvaldo Macerola, párroco y rector del Santuario arquidiocesano y secretario de monseñor Mirás; el presbítero Carlos Costa, monseñor Raúl Giménez, párroco emérito y algunos sacerdotes rosarinos.

La homilía, por pedido del arzobispo, estuvo a cargo del padre Macerola. Concluida la celebración, monseñor Martín rezó en la tumba el responso, colocó una ofrenda floral y pidió a Dios que los fieles puedan seguir su ejemplo.

“Monseñor Mirás fue un instrumento de la gracia de Dios de una manera particular, porque el Señor lo eligió para que sea su ministro, su sacerdote, obispo de la Iglesia”, comenzó detallando el padre Macerola en su homilía, añadiendo que “siempre se destacó su prudencia, su sabiduría, su cercanía, su testimonio. Su vida fue una lección”.

“Monseñor Mirás fue un ejemplo”, continuó, destacando de su legado la primacía de Dios. “Dios está primero. Nunca se dispensaba del rezo de la liturgia de las horas, del rezo del Rosario, del rezo de la santa misa. Nunca dejaba de celebrar la misa del sábado por la mañana, aunque la celebrara solo, era la Misa que ofrecía a la Virgen y si tenía que celebrar dos Misas no lo veía como un peso sino como una gracia”, detalló.

También destacó que el arzobispo “tenía una prioridad hacia el ministerio de la Palabra de Dios. No improvisaba por respeto y consideración a los fieles. Muchos lo recordarán con sus fichas”.

“Otra nota es la pasión por la educación. Fue profesor desde muy joven, a los 22 años era doctor en teología, dio clases en varias facultades de la UCA. Siempre hablaba de la evangelización de la cultura. Eso le llevó a proponer los cursos de JAEC (Junta Arquidiócesana de Educación Católica). Decía que había que acompañar y formar a los docentes”, explicó.

Sobre su sensibilidad por la cuestión social, indicó que “estaba como hombre de paz, como hombre de diálogo. En el año 2000, recuerdo que dio conferencias en el ámbito sindical y judicial. Llevaba a la Iglesia a todos los ámbitos”.

También elogió “el cariño a los laicos y como decía que hay que promover siempre a los laicos. Él siempre decía que Rosario tenía un laicado muy valioso, por todas las asociaciones y movimientos. Quería de una manera especial a la Acción Católica”.

“Damos gracias a Dios por el don de monseñor Eduardo y la gracia de que él pueda estar por toda la eternidad en la misericordia de Dios”, concluyó.+