Viernes 19 de abril de 2024

Los monaguillos, un motivo de esperanza para las vocaciones

  • 29 de agosto, 2012
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El sábado 25 de agosto se reunieron en el Seminario Metropolitano de Rosario los monaguillos de las parroquias y capillas de la arquidiócesis, que como todos los años conmemoran allí la Jornada arquidiocesana de los monaguillos. El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió una misa en la que le pidió a los monaguillos que sigan desarrollando su tarea y los llamó a invitar "a otros chicos y chicas a acercarse a la parroquia, y participar con ustedes de la alegría de ser cristianos".
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El sábado 25 de agosto se reunieron en el Seminario Metropolitano de Rosario los monaguillos de las parroquias y capillas de la arquidiócesis, que como todos los años conmemoran allí la Jornada arquidiocesana de los monaguillos.

Esta jornada se organiza todos los años para que los monaguillos puedan pasar un día festivo, sobre todo con deportes, concursos y juegos para los niños, acompañados por sacerdotes y responsables de sus respectivas comunidades.

Otro de los objetivos de este encuentro es que los niños y jóvenes conozcan la grandeza del sacerdocio católico y las etapas de su formación; así como la casa donde viven y se forman los seminaristas, que ellos conocen en sus parroquias, durante los años de preparación al sacerdocio.

Al mediodía se celebró una misa, que fue presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan.

En la homilía, el prelado dijo: "Los saludo con mucho afecto a cada uno de ustedes, así como a todos los grupos de monaguillos de las parroquias y capillas de nuestra arquidiócesis" y agregó que "esta jornada es un motivo de esperanza, tanto para ustedes, como para la ayuda que ofrecen en la Sagrada Liturgia".

El pastor rosarino recordó a San José de Calasanz y resaltó que "él quería enseñar a los niños el amor a Dios. Quería que lo conocieran y sintieran su presencia en sus vidas, sobre todo aquellos que estaban más abandonados y eran pobres".

Con respecto al comienzo del Año de la Fe, monseñor Mollaghan aseguró que "la fe es creer. Es una adhesión, una unión de todo nuestro ser a Dios que nos revela su amor. Debemos estar unidos a Jesús para formar su Iglesia y vivir cada día en un mundo de paz y de verdad, un mundo donde el bien esté siempre primero".

El arzobispo le pidió a los monaguillos que sigan desarrollando su tarea y los llamó a invitar "a otros chicos y chicas a acercarse a la parroquia, y participar con ustedes de la alegría de ser cristianos".

"Queridos chicos: Jesús quiere ser amigo de ustedes. Vivan la amistad con Él a lo largo de la vida. El discípulo de Jesús no responde nunca al mal con el
mal, sino que es siempre un instrumento del bien, aprende a perdonar, lleva en su corazón la alegría, y es servidor de los demás", concluyó monseñor Mollaghan. +

Texto completo de la homilía