Viernes 19 de abril de 2024

Los argentinos deberían estar orgullosos de un Papa compatriota

  • 2 de mayo, 2018
  • Santa Fe
El director de la agencia ACI Prensa, Alejandro Bermúdez, visitó recientemente la ciudad de Santa Fe para hablar sobre la adaptación de la Iglesia a los tiempos de los medios digitales. En la ocasión el periodista de El Litoral, Rubén Sánchez, le efectuó una entrevista periodística que publicó el mencionado diario santafesino.
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El director de la agencia ACI Prensa, Alejandro Bermúdez, visitó recientemente la ciudad de Santa Fe para hablar sobre la adaptación de la Iglesia a los tiempos de los medios digitales. En la ocasión el periodista de El Litoral, Rubén Sánchez, le efectuó una entrevista periodística que publicó el mencionado diario santafesino.

El peruano Alejandro Bermúdez es director de la agencia católica ACI Prensa y de EWTN en español. Actualmente vive en Denver (Estados Unidos), pero en las últimas horas estuvo en nuestra ciudad, mientras la tan ansiada lluvia le dio la bienvenida y empapó a la ciudad, con un diluvio digno del relato del Génesis.

Bermúdez, de gran trayectoria periodística internacional, abordó dos temas centrales en sendas conferencias: "La Iglesia en el mundo digital hoy" y "El papa Francisco y su relación con los medios", en la Universidad Católica de Santa Fe y el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, respectivamente. En ese marco, dialogó con El Litoral.

-¿Cómo se conjuga una institución milenaria como la Iglesia con las redes sociales y los nuevos medios?
-Existe, aunque no se crea, una relación bastante natural entre las nuevas tecnologías y la Iglesia, precisamente por su antigüedad. Muchas de las primeras tecnologías que existieron en distintos momentos fueron inicialmente abrazadas por la Iglesia. Por ejemplo, el creador de la radio de onda corta, Guillermo Marconi, fue el que construyó la Radio Vaticano, cuando la radio estaba en una época muy incipiente. En lo que la Iglesia no es buena es en mantenerse en esos medios de comunicación de una manera más sostenida y prolongada. Hoy lo hace gracias a un Papa que es muy fotogénico, y que por los gestos que tiene es muy popular y exitoso en las redes sociales. Los índices de interacción en Facebook e Instagram son enormes, están entre los más altos del mundo. Es un buen momento para aprovechar los gestos de este Papa. Si hay alguna preocupación es asegurarnos de que en el futuro podamos mantener esta capacidad de maximizar las nuevas tecnologías emergentes para seguir difundiendo el mensaje católico.

-"La Iglesia en el mundo digital hoy" y "El papa Francisco y su relación con los medios" fueron los temas abordados en esta visita. ¿Cuáles son las cuestiones centrales?
-Son dos cosas importantes. En primer lugar, las redes sociales están cambiando de una manera cada vez más importante la manera como los seres humanos nos comunicamos, no solo en las relaciones tipo familiares -¿quién no tiene un grupo de Wasap familiar?-, sino también en la manera cómo realizamos negocios o cómo consumimos información. Hoy es inimaginable un medio grande sin un frente que se encargue de redes sociales. Y esto introduce una serie de incertidumbres sobre qué va a suceder en el futuro. Nadie sabe adónde estas tecnologías nos van a llevar. Esto se conecta con el papa Francisco, porque esos interrogantes que las tecnologías plantean a cualquier realidad, son las mismas preguntas que hoy enfrenta la Iglesia. La Iglesia va a seguir siendo una institución sacramental, vamos a seguir yendo los domingos a misa, no va a valer participar de la misa por Facebook (risas). Pero va a seguir siendo un cuerpo social. Sin embargo, todo este nuevo mundo: ¿cómo va a impactar? Ese es un gran interrogante, y parte de la respuesta nosotros las vemos en la importancia de las frases breves del papa Francisco, sus frases son citables, son "tuiteables". Y por otro lado, el acercamiento a las personas más dolidas o a los niños. El Papa se hace muy apropiado para poder ser transmitido a través de las redes sociales. Y eso tiene dos impactos: refuerza a los católicos, quienes sienten a un Papa cercano, y también llama la atención de otras personas que no son católicas, y les hace sentir que este Papa es distinto, que está más cerca de la gente. Yo lo veo a esto en Denver, donde vivo, y los católicos son un 17 por ciento: una minoría significativa.

Periodismo
-El periodismo aborda diversas cuestiones: política, deportes, cultura...Cuando se habla de periodismo enfocado en la religión ¿Hay alguna diferencia?
-Yo creo que no. Los estándares periodísticos tienen que ser los mejores. Cualquier persona que trabaja conmigo en la agencia perfectamente podría hacer lo mismo en la prensa "común y corriente". Sólo que nosotros nos enfocamos en el ámbito religioso. Por ejemplo, cuando hay un atentado nuestro ángulo es ver qué hicieron los católicos para ayudar, qué hizo el obispo local, qué dijo el Papa sobre el atentado. Muchas noticias generales tienen un ángulo religioso y le interesa a mucha gente, aunque no sean católicas. Por eso para nosotros los estándares de información son los mismos que los periodistas en general tienen: asegurarnos de que la información sea exacta, precisa e instantánea.

-El periodismo argentino es muy detallista con el Papa, a veces para mal. Ante un hecho específico se hace más foco en qué cara tenía, si sonríe o no, o ese tipo de cosas. ¿Por qué cree que se da esto?¿Es distinto en la prensa mundial?
-Creo que hay dos cosas que hay que tener en cuenta. La primera es que nadie es profeta en su tierra. Yo recordaba que cuando el papa Benedicto XVI fue al parlamento de su país, el grupo Verde se levantó y se retiró del Congreso en protesta. Todo Papa tiene una relación complicada con la política de su propio país. Pero, como hijo de un argentino y sin faltarle el respeto a esta nación que quiero tanto, la política y la prensa argentinas pueden ser un poco caníbales. Entonces, precisamente por esa razón son todavía más sanguinarias con la figura del Papa. Pero si haces un par de kilómetros más al norte, y cruzas la frontera con Paraguay, verás como en otro país aman al papa Francisco. Entonces, esta relación complicada con un país políticamente complicado es prácticamente inevitable y penosa. Porque los argentinos deberían estar orgullosos de tener a un compatriota como cabeza de la Iglesia.

Aborto
-El tema del momento es la despenalización del aborto. Usted ha escrito un libro al respecto ¿Qué opinión le merece el debate?
-Temas como éste se tienen que debatir. Yo lo que espero es que los políticos lleguen a una conclusión sensata. La protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural es un derecho natural, no es una convicción religiosa. Los argumentos más fuertes que yo he escuchado son de una feminista agnóstica, que es absolutamente contraria a la legalización del aborto por una sencilla razón: porque en diversos países se legaliza a las 12 semanas, otros a las 14, otro a las 18. Eso significa que en el fondo, una vez que alguien decide violar el derecho a la vida, termina siendo arbitrario y decide arbitrariamente si una persona vive 12 semanas o 18.

"Nadie sabe adónde nos van a llevar estas tecnologías. Esto se conecta con el papa Francisco porque esos interrogantes que las tecnologías plantean a cualquier realidad, son las mismas preguntas que hoy enfrenta la Iglesia."+