Lomas de Zamora, un nuevo paso en el camino sinodal diocesano

Con la presencia de animadores, movimientos, colegios y congregaciones religiosas, la diócesis de Lomas de Zamora dio un nuevo paso en el camino sinodal propuesto por el Papa.

Reunidos en un taller, los animadores designados de las parroquias, movimientos laicos y pastorales, colegios y congregaciones religiosas, la diócesis de Lomas de Zamora dio un nuevo paso en el camino sinodal propuesto por el papa Francisco. El encuentro, que se desarrolló en el colegio Nuestra Señora del Huerto, de Temperley, tuvo por objetivo brindar herramientas para llevar a cabo la consulta sinodal en las comunidades.

El obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Ignacio Medina, realizó la apertura de las actividades: “La sinodalidad nos define como Iglesia, define la esencia de la Iglesia”, indicó. Participaron del taller, 52 parroquias. 

A la luz del pasaje evangélico de los discípulos de Emaús, el obispo hizo hincapié en el diálogo que debe primar en las comunidades y en la imperiosa necesidad de “arriesgarse al diálogo” porque “la presencia del otro nos urge”.

Habló de “salir al encuentro de quien ya está en camino, caminar con ellos, seguir su ritmo, interesarse por sus preocupaciones” y además consideró que "quienes van de camino tienen que sentirse, atendidos, escuchados, lo que implica crear un clima de confianza y naturalidad, en el que se promueva lo que cada uno vive, y solo después de esta actitud, será posible hacer un anuncio explícito, anunciar la buena nueva, la Buena Noticia”.

“El sínodo es el compromiso al que nos invita el Papa, a ponernos en camino, caminar juntos. No se trata de hacer planteamientos impositivos, sino más bien sugerir, provocar, tal como Jesús lo hizo en el camino, y esto nos motive a decir: 'quedate con nosotros'”.

Advirtió sobre “los prejuicios en las propias comunidades que va sembrando esterilidad en el camino” y dijo que “nuestra misión, nuestra entrega y compromiso tienen que fomentar la comunicación explícita de las experiencias”. “Una Iglesia sinodal es la suma de muchos esfuerzos, de nuestros esfuerzos”.

Por su parte, el presbítero Luis Ausili, párroco del Sagrado Corazón (Lomas de Zamora) y uno de los responsables del equipo diocesano del Sínodo de la Sinodalidad, expresó que “este tiempo pastoral está marcado en la Iglesia diocesana y en el mundo por esta palabra: sinodalidad, que es mucho más  que una palabra; estamos viviendo un verdadero kairós, un tiempo de gracia, un desafío y una oportunidad para redescubrir lo que el Señor nos está diciendo, lo que el Espíritu está pidiendo”.

La sinodalidad, explicó, “no es una palabra o realidad nueva en la historia de la Iglesia, sino más bien es muy antigua pero siempre nueva; hablar de sinodalidad es hablar de la esencia misma de la Iglesia”. Además, “es un tema decisivo para la vida y la misión de la Iglesia”.

“Como dice el Papa, es el camino que Dios espera de la Iglesia en este tercer milenio. No hacemos sínodo porque es una buena estrategia pastoral, hacemos sínodo porque la comunión sinodal es nuestro ADN cristiano”, afirmó.

El taller estuvo centrado en la “escucha”, concepto que los participantes trabajaron por grupos. Una segunda reunión sobre el discernimiento se desarrollará el próximo sábado. La consulta sinodal se desarrollará en las comunidades durante los tiempos de Cuaresma y Pascua. Y un encuentro sinodal diocesano, en junio, en el colegio Manuel Belgrano, de Temperley.+