León XIV: la vida de los sacerdotes debe ser transparente y creíble
- 31 de mayo, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa celebró una misa de ordenación sacerdotal en la Basílica de San Pedro en la que destacó la relación entre el pueblo de Dios y la identidad sacerdotal.

El papa León XIV ordenó este sábado a once diáconos para la diócesis de Roma en la Basílica de San Pedro a los que animó a encarar sus vidas como lo hizo Jesús, arraigándose en la vida real con las personas que conocerían y haciendo lugar para todos en el pueblo de Dios.
En su homilía, el pontífice destacó la relación entre el pueblo de Dios y su identidad sacerdotal, que, dijo, crecerá hasta hacerlos parte plenamente del pueblo al que son enviados.
Instó a los nuevos sacerdotes a tener siempre presente "que la identidad del sacerdote tiene sus raíces en la unión con Cristo, eterno y sumo sacerdote".
La ordenación sacerdotal, añadió, muestra que Dios nunca ha abandonado a su pueblo, permaneciendo con nosotros como "una suave brisa" que restaura la esperanza y la unidad.
"La alegría de Dios no es ruidosa", dijo, "pero realmente cambia la historia y nos acerca unos a otros".
El Papa León invitó a todos los sacerdotes a modelar su vida según Jesús, vinculándose al mundo real, ya que las personas a las que sirven "son de carne y sangre".
"Conságrense a ellos, sin separarse, aislarse ni convertir en privilegio el don que han recibido", dijo. "El Papa Francisco nos advirtió a menudo sobre esto, porque el egocentrismo apaga el fuego del espíritu misionero".
El Papa señaló que la Iglesia, por su propia naturaleza, mira hacia afuera y refleja la propia vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, lo cual se hace presente en cada misa que celebran.
"El Reino de Dios", dijo, "une ahora sus libertades personales, dispuestas a ir más allá de sí mismas, injertando su inteligencia y su fuerza juvenil en la misión jubilar que Jesús confió a su Iglesia".
Mirando el ministerio de San Pablo, el Papa dijo que el ministerio sacerdotal es el de administradores, no de señores, ya que "la misión pertenece a Jesús" y nadie está llamado a reemplazarlo.
Al convertirse en sacerdotes, están invitados a dejar espacio "a los fieles y a toda criatura en la que el Resucitado se hace cercano y quiere sorprendernos".
Una vida transparente y creíble
El Papa León destacó luego las palabras de San Pablo a la comunidad de Éfeso: "Ustedes saben cómo me comporté todo el tiempo que estuve con ustedes".
La nuestra, dijo, debe ser "una vida transparente, visible y creíble. Vivimos entre el pueblo de Dios para poder presentarnos ante él con un testimonio creíble".
Sólo juntos los cristianos pueden reconstruir la credibilidad de "una Iglesia herida, enviada a una humanidad herida, dentro de una creación herida", afirmó.
El Santo Padre señaló las llagas de Cristo Resucitado, que son al mismo tiempo signo del rechazo de la humanidad y signo del perdón de Dios y del mandato misionero de la Iglesia.
El amor de Cristo, dijo, "es un amor que libera y nos permite no poseer a nadie. Liberar, no poseer".
Para concluir, el Papa León XIV invitó a las 55.000 personas presentes en la misa a sostener con gratitud a estos nuevos sacerdotes en su ministerio.
"Juntos, unimos el cielo y la tierra", dijo. "En María, Madre de la Iglesia, resplandece este sacerdocio común: eleva a los humildes, conecta generaciones y nos permite ser llamados bienaventurados".+