Las autoridades en China buscan reprimir las conversiones al cristianismo
- 31 de diciembre, 2014
- Pekín (China) (AICA)
La policía china detuvo a una mujer cristiana que el día de Navidad quería colgar carteles en la puerta de Zhongnanhai, cerca del Palacio Imperial. Su intención era "llevar el evangelio" al presidente Xi Jinping y a su esposa Peng Liyuan. Crece el interés por comprender el cristianismo y las conversiones entre jóvenes.
La mujer, Zhou Jinxia, proviene de Dalian (Liaoning) y ha intentado antes proclamar el Evangelio a varios dirigentes del Partido Comunista. Esta vez lo hizo con un cartel que decía: "Dios, que ama tanto al mundo, está llamando a Xi Jinping y Peng Liyuan".
Después de arrestarla, la policía la llevó a una unidad psiquiátrica para un control, pero ella niega tener una enfermedad mental.
Durante años, Zhou fue protagonista de muchos intentos de petición ante la justicia por haber sido desalojada de su casa sin ningún tipo de compensación. Después de sus fracasos, entró a formar parte de una iglesia doméstica protestante.
Durante dos años, Zhou trató de difundir el Evangelio para "cambiar los pensamientos corruptos" de muchas personas en China. Es probable que la campaña anticorrupción lanzada por Xi Jinping despertó en ella la esperanza de que el presidente quiera hacerle justicia a ella, en nombre de la libertad de religión.
Antes de ser llevada por la policía, Zhu dijo que no está preocupada por lo que va a ocurrir: "Voy a aceptar lo que venga en mi camino".
Este episodio, señala la agencia Asianews, es una muestra más que el cristianismo se está convirtiendo en esencial para muchas personas desilusionadas por la corrupción de los políticos y los miembros del Partido Comunista.
Desde hace años, China está experimentando un verdadero torrente de conversiones al cristianismo protestante y católico. Según rumores aún no verificado, en la noche de Navidad, sólo en Beijing, fueron bautizados por lo menos 3 mil personas, en su mayoría jóvenes.
Para frenar la fascinación del cristianismo en los jóvenes en los últimos días, el Departamento de Educación de Wenzhou emitió una directiva que prohíbe cualquier acto relacionado con la Navidad en escuelas y jardines de infantes. La directiva garantiza que las autoridades se asegurarán de que no sucedan las celebraciones de Navidad que son "kitsch" y "no de acuerdo con la tradición china". La directiva también fue extendida a los campus universitarios en todo el país.
Desde que China se abrió al comercio exterior, los árboles de Navidad, con papa Noel, las tarjetas de felicitación e incluso los pesebres se han extendido visiblemente. Aunque el 25 de diciembre es un día de trabajo, miles de jóvenes no cristianos asisten a los servicios religiosos para tratar de entender qué es la Navidad y muchos de ellos están empezando o poniendo fin a un curso de catecumenado para ser bautizados.
Según una encuesta realizada hace unos años en las universidades de Beijing y Shanghai, al menos el 60% de los jóvenes están interesados en aprender sobre el cristianismo.
La directiva de Wenzhou va junto con la campaña de demolición de cruces y edificios religiosos lanzada por el secretario del partido de Zhejiang, que tiene como objetivo principal reducir la influencia del cristianismo en la sociedad, siendo esta religión marcada como una "contaminación espiritual de occidente".
Irónicamente, el Zhejiang -y en particular la ciudad de Yiwu- vive a expensas de la Navidad: aquí se producen, de hecho, alrededor del 60 por ciento de las decoraciones de Navidad para el mundo entero.+