La Virgen de Luján Malvinera pasó por la catedral de Rafaela

La imagen mariana que acompañó a los soldados de Malvinas y ahora peregrina por todo el país fue venerada por cientos de rafaelinos, en particular excombatientes. Misa presidida por un capellán.

La imagen de la Virgen de Luján Malvinera, que acompañó a los soldados argentinos en la guerra de Malvinas, paso el 6 de septiembre por la catedral San Rafael, llevada por excombatientes del conflicto bélico.

Cientos de rafaelinos veneraron la imagen mariana en el marco de un momento de oración y reflexión organizado por el Escuadrón vial Rafaela de la Gendarmería Nacional.

En la catedral local, la misa vespertina fue presidida por el presbítero Nicolás Daniel Julián, capellán de la Gendarmería Nacional, y contó con la participación del intendente de Rafaela, Luis Castellano, excombatientes de esta ciudad santafesina, entre ellos Carlos Tartaglia (presidente del Centro de ex Combatientes y del Museo de Malvinas de Rafaela), el concejal Miguel Destéfanis y funcionarios municipales.

El jefe comunal dijo que era un honor recibir la imagen de la Virgen de Luján Malvinera, “sabiendo la historia tan fuerte que tuvo con los excombatientes de Malvinas" presentes en el templo, y planteó: "En ese momento de tanto dolor y herida para la Argentina como fue la guerra, también necesitamos ahora que la Virgen nos ayude a sanar tantas heridas y trabajar por la paz”.

En la homilía, el padre Julián dijo que como el Negro Manuel -que cuidó la imagen original de la Virgen de Luján- ahora le tocaba a él custodiar la réplica de esa imagen que estuvo en Malvinas y bendijo el papa Francisco, tras ser devuelta por el Obispado Castrense británico. Tarea que le encomendó -reveló- el obispo castrense argentino, monseñor Santiago Olivera.

El capellán castrense detalló que la Virgen de Luján Malvinera viene recorriendo las provincias de San Luis, las diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Villa María, San Francisco y Rafaela, sigue hasta Ceres y de ahí a Reconquista, Resistencia, Corrientes, Formosa. “Nadie sabe cuándo termina el recorrido”, agregó.

“A poco de iniciarse la guerra el obispo le pidió al sacerdote Roque Puyelli que se prepare para ir a Malvinas. La familia Benzo le propuso que llevara una imagen para que lo acompañe, pero el cura se enfermó gravemente y tuvo que volver, quedando la imagen en Malvinas”, recordó.

“Otro sacerdote en un jeep del Ejército recorría las distintas posiciones, celebrando la misa con la compañía de la Virgen. Una vez terminada la guerra, los soldados prisioneros fueron repatriados al continente; los ingleses volvieron a su país y un soldado inglés católico le gustó la imagen y se llevó la Virgen, ahora es sacerdote. Le comentó al obispo militar que tenía una imagen que trajo de la guerra y el obispo le dijo: –Vamos a ponerla en la catedral porque fue testigo de un momento histórico muy importante para Inglaterra y para los soldados argentinos; no fue un botín de guerra. Vamos a orar por nuestros muertos y los de ellos, rezando por la paz”, contó.

Tras detallar el periplo de la imagen de la Virgen de Luján Malvinera hasta su regreso a la catedral castrense Stella Maris, del barrio porteño de Retiro, el capellán destacó: “Dios quiera que sea un hermoso encuentro de estos veteranos, que dieron tanto por esta Patria, pero que muchos años fueron maltratados".

"La Argentina sintió vergüenza de lo que había hecho, pero se va revirtiendo y entendiendo la generosidad de esta gente que dio todo. Que nunca más haya guerra… miren lo que están pasando en Ucrania, es irreparable, ninguna guerra es buena, nada bueno queda de una guerra”, concluyó.

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