Sábado 20 de abril de 2024

La oración en nuestro tiempo

  • 25 de julio, 2013
  • Posadas (Misiones) (AICA)
En la homilía del 21 de julio obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, se refirió al encuentro de Jesús con Marta y María. El Señor le dice a Marta: "Una sola cosa es necesaria". El obispo puso de ejemplo la elección de María: "en María, la hermana de Marta, los cristianos encontramos un modelo que nos ayuda a valorizar la escucha de la Palabra del Señor y la necesidad de la oración".
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El obispo recalcó la especial significación que este tema adquiere en nuestra época. "La vida moderna nos lleva a estar inquietos y agitados por muchas cosas. El activismo es un hacer cosas, pero sin ligarnos al ser. O bien, es un obrar superficial, sin profundidad y sin compromiso".

"En este contexto donde tenemos más en cuenta lo urgente que lo importante, se nota en muchos, una búsqueda de espiritualidad y de oración", agregó el monseñor Martínez. Y citó la carta para el milenio en la que el papa Juan Pablo II nos dice: "¿No es acaso "un signo de los tiempos" el que hoy, a pesar de los vastos procesos de secularización, se detecte una difusa exigencia de espiritualidad, que en gran parte se manifiesta precisamente en una necesidad de orar?".

El obispo exhortó a los cristianos a revisar el lugar que se le da a la oración en la vida. "Es preciso aprender a orar, como aprendiendo de nuevo este arte de los labios mismos del Divino Maestro, como los primeros discípulos: "Señor, enséñanos a orar". "La perseverancia de la oración diaria, constante y la humildad de sabernos necesitados de Dios, son claves para ser hombres y mujeres de oración".

"Es bueno que no nos olvidemos de una regla invariable: tener un rato para acentuar lo importante o sea para orar, nos permitirá resolver con mayor eficacia tantas cosas que nos inquietan y que son urgentes" afirmó el obispo.

El obispo de Posadas nos llamó a valorizar la importancia de la oración en la vida cotidiana: "Es bueno también aclarar que si oramos bien, lejos de alejarnos de la realidad, nos podremos comprometer profunda y establemente con nuestro ambiente y con nuestros hermanos".

"Es cierto que el pragmatismo nos lleva a medir todo por la utilidad y nos puede hacer ver en la oración una pérdida de tiempo. En este domingo el Señor nos deja una enseñanza, que nos permite captar la necesidad de la oración y puede ayudarnos a no estar tan inquietos y agitados por tantas cosas", concluyó el obispo.+

Texto completo de la carta