Jueves 28 de marzo de 2024

La Iglesia en Chubut pide una pronta solución al conflicto educativo

  • 11 de julio, 2018
  • Comodoro Rivadavia (Chubut)
El Consejo de Educación Católica del Chubut (CEC) envió una carta a la comunidad a raíz del prolongado conflicto educativo en la provincia, en la que sus miembros expresaron su preocupación por los niños, adolescentes y jóvenes metidos por los mayores en la disputa y pidieron una pronta solución a una situación que lleva meses.
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El Consejo de Educación Católica del Chubut (CEC) envió una carta a la comunidad a raíz del prolongado conflicto educativo en la provincia, con las firmas de monseñor Roberto Álvarez, obispo auxiliar de Comodoro Rivadavia, y del profesor Mariano García, presidente del CEC.

En el documento, los miembros del CEC aseguraron que se está "ante un sinfín de encrucijadas que nos dejan perplejos, sin saber qué camino o postura tomar, además de expresar su cercanía con los docentes que demandan un salario digno y comprender la angustia de "tantos padres que reclaman, porque la necesaria habitualidad de la enseñanza formal y sistemática está cortada".

"Nuestros niños, jóvenes y adolescentes son nuestra mayor tristeza; la razón de nuestro ser docentes son ellos? y hoy ellos se encuentran sin nosotros. Nos descubren ensimismados en nuestras aflicciones y haciéndolos parte de la disputa", advirtieron.

"Nuestros idearios, nuestra vocación clama por ellos, por volver a la transmisión ordenada, al compartir sistemático? nuestra sabiduría de tantos años en el aula nos hace saber que no puede salir nada bueno de chicos todo el día en su casa, o en la calle; somos conscientes que a veces es la escuela el único lugar de contención que estimula la responsabilidad, les llena el día y le da sentido a la vida", agregaron.

El CEC estimó necesario que el tiempo de vacaciones que comienza "sirva a todos para pensar cómo conquistar derechos sin arrebatárselos a otros; cómo pelear por causas justas sin caer en el grito destemplado, la desautorización fácil, el juicio calumnioso".

Texto del comunicado
A nuestra querida comunidad educativa;
Docentes, no docentes, padres y alumnos:

Terminamos un semestre que ha estado lleno dificultades y tensiones, y no queremos cerrarlo con la sensación del alivio que supone dilatar soluciones o tapar problemas. Estamos ante un sinfín de encrucijadas que nos dejan perplejos, sin saber qué camino o postura tomar.

Al reunirnos a compartir experiencias, rezar y pedir el don de discernimiento, percibimos que hay una preocupación común, un dolor lacerante que nos atraviesa a todos: el quiebre en la unidad de nuestras comunidades educativas. En el capítulo 5 de su carta a los Gálatas, San Pablo le decía a esa querida comunidad: "Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros."(vv.15)? y por momentos hemos sentido que eso nos empezaba a suceder.

Es claro, y cercano a nuestro corazón, el reclamo de los docentes: los nuestros y los de toda la educación pública. Siempre será poco el salario hasta que al menos no se equipare ? por su importancia en la edificación del país ? a otros escalafones de la función pública; y a eso se le agrega el pago diferido, y la renuencia a una negociación que tenga una clara disposición a beneficiar a los docentes? y entendemos que a veces se agotan las instancias de diálogo.

También comprendemos la angustia de tantos padres que reclaman, porque la necesaria habitualidad de la enseñanza formal y sistemática está cortada. Sabemos que eso dificulta los procesos de aprendizaje. A eso se le suman todos los inconvenientes que supone tener a los niños en el hogar cuando los adultos trabajan, seguir sosteniendo transportes, o incorporar nuevos gastos por el cuidado de los niños, etc. Entendemos el enojo y el deseo de una rápida solución a muchas de nuestras familias que también ? al igual que nuestros docentes ? pasan por aprietes económicos y sostener la opción por nuestras escuelas les supone mayores erogaciones.

Nuestros niños, jóvenes y adolescentes son nuestra mayor tristeza; la razón de nuestro ser docentes son ellos? y hoy ellos se encuentran sin nosotros. Nos descubren ensimismados en nuestras aflicciones y haciéndolos parte de la disputa. Nuestros idearios, nuestra vocación clama por ellos, por volver a la transmisión ordenada, al compartir sistemático? nuestra sabiduría de tantos años en el aula nos hace saber que no puede salir nada bueno de chicos todo el día en su casa, o en la calle; somos conscientes que a veces es la escuela el único lugar de contención que estimula la responsabilidad, les llena el día y le da sentido a la vida.

Nos sentimos apretados por todos lados? y nos parece una falacia tener que tomar partido. ¡No caigamos en esa trampa! Que este tiempo de vacaciones nos sirva a todos para pensar cómo conquistar derechos sin arrebatárselos a otros; cómo pelear por causas justas sin caer en el grito destemplado, la desautorización fácil, el juicio calumnioso.

La alianza formativa nos incluye a todos, pero comienza por recuperar la alegría por vernos, la admiración por lo que el otro hace, la confianza de saber que los demás piensan en nosotros y nunca querrían hacernos daño. Que sean días para sanarnos, para recuperar la convicción de estar todos en el mismo barco? y saber que el único Maestro ? Jesús ? nos quiere remando juntos? porque no hay posibilidades, sino, de llegar a la orilla.
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