Viernes 26 de abril de 2024

"La identidad europea está conectada con la familia estable entre un hombre y una mujer", indican los obispos

  • 22 de septiembre, 2016
  • Bratislava (República Eslovaca)
"Es necesario fomentar la reflexión sobre la identidad europea, que siempre estuvo conectada con la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", indicaron los representantes de las Conferencias de Obispos Católicos de Europa Central y Oriental (CCEE), reunidos recientemente en la ciudad de Bratislava, República Eslovaca. "Veintisiete años después de la caída de los regímenes comunistas, Europa Central y Oriental enfrentar nuevos desafíos", señalan y subrayan que "entre los nuevos desafíos los "más serios son la crisis de la familia, conectada con la crisis demográfica, y la crisis de fe y de la identidad cultural".
Doná a AICA.org
"Es necesario fomentar la reflexión sobre la identidad europea, que siempre estuvo conectada con la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", indicaron los representantes de las Conferencias de Obispos Católicos de Europa Central y Oriental (CCEE), reunidos recientemente en la ciudad de Bratislava, República Eslovaca.

"Veintisiete años después de la caída de los regímenes comunistas, Europa Central y Oriental enfrenta nuevos desafíos", señalan y subrayan que "entre los nuevos desafíos los "más serios son la crisis de la familia, conectada con la crisis demográfica, y la crisis de fe y de la identidad cultural".

"Sólo una sociedad con hijos es una sociedad con esperanza". Los representantes reiteraron el compromiso de la Iglesia de dar testimonio de la Buena Noticia de Cristo y afirmaron que por este motivo "aprecia y apoya la familia, la fundamental comunidad humana de acuerdo con el plan del Creador".

"En el presente, Europa, primero que todo, necesita familias estables", declararon los prelados europeos, al tiempo que llamaron la atención sobre la cautela que requiere el diseño de políticas de población, que deben estar basadas principalmente en el respeto a la vida y el apoyo a la familia. "La inmigración no es la solución a la crisis demográfica".

Asimismo criticaron las legislaciones europeas contrarias a la familia y la protección de la vida naciente, las cuales tienen graves consecuencias sociales.

Los obispos recordaron los padecimientos de las poblaciones que padecen conflictos y guerras y su deber especial de ayudar a los cristianos perseguidos sin excluir al llamado de la caridad cristiana abierta a todas las personas. Sin embargo recordaron que "debemos proceder con generosidad y sabiduría y tener en consideración las circunstancias culturales, religiosas y económicas de los pueblos europeos y de las personas que vienen" a la hora de diseñar las políticas de apoyo.

Finalmente los obispos expresaron su deseo de que "Europa se convierta en un continente que ponga en primer lugar el respeto de la vida humana desde la concepción hasta la muerte y que el apoyo a la familia y el matrimonio tenga el primer lugar en la conciencia de los representantes públicos".+