La familia teatina celebra su Año Jubilar por los 500 años de su fundación
- 29 de septiembre, 2023
- Roma (Italia) (AICA)
La Orden de los Clérigos Regulares -fundada en Roma en 1524 por San Cayetano de Thiene, Juan Pedro Calafa, Bonifacio de Colle y Pablo Consiglieri- inició su Año Jubilar.
La Orden de Clérigos Regulares Teatinos inició, el pasado 14 de septiembre, un Año Jubilar por sus 500 años de existencia, el cual concluirá el mismo día pero de 2024, coincidiendo con la fecha en que los Fundadores de la Orden emitieron la profesión religiosa en la Basílica de San Pedro, en Roma.
Un 3 de mayo de 1524, Juan Pedro Carafa (futuro papa Pablo IV), Cayetano de Thiene, Bonifacio dei Colle y Pablo Consiglieri presentaron su pedido al Papa para que los autorizara a vivir lo que sabían era un impulso del Espíritu Santo: calcar la forma de vida de las primeras comunidades cristianas, sirviendo a Dios, ejerciendo el ministerio sacerdotal y compartiendo la vida y el techo. El 14 de septiembre nacía entonces esa primera comunidad teatina.
En 1523, cuando Lutero lanzaba críticas contra la simonía, la ambición y algunos vicios del clero, Cayetano de Tiena fundó un instituto de sacerdotes que llevarían, como él, una vida austera y apostólica, y obtuvo que un amigo suyo, monseñor Juan Pedro Carafa, quien se convertiría en el papa Pablo IV, tomara la dirección de los nuevos religiosos, que fueron llamados Teatinos por el nombre en latín de la ciudad de Chieti, de donde era obispo Carafa.
Bajo el punto de vista canónigo, estos nuevos sacerdotes eran clérigos regulares que se comprometían a cuidar a los enfermos, a no pedir limosna y solo podían aceptar lo que la gente les diera de manera espontánea, así como cumplir con los deberes básicos del clero, como velar por los pobres y hacer un dedicado trabajo misionero, contrarrestando las críticas de Lutero en Alemania, sobre la venta de indulgencias en Roma.
Para paliar las necesidades de los pobres, san Cayetano fundó el Monte di Pietà, que luego se convertiría en el Banco de Nápoles, para contrarrestar la acción de los usureros.
El prepósito general padre Salvador Rodea González, originario de la Ciudad de México y que está viviendo su segundo período consecutivo en el cargo, animó a vivir el Año Jubilar y deseó que trascienda de modo “profundo y espiritual”.
“Para los 500 años, deseo que no quede sólo en lo celebrativo, sino que también sea algo profundo, espiritual, que todos se apasionen porque primero somos llamados a una vocación de parte de Dios, que se reanimen, que renueven mis hermanos en este carisma, lo que vivió san Cayetano es muy parecido a lo que se vive hoy, así que nos preparémonos para no dejar pasar estas oportunidades, en las que podemos decirle a la gente, aunque no sean creyentes o practicantes, que sepan con nuestro testimonio que Dios los ama y es misericordia, y los está esperando con los brazos abiertos, porque Dios es amor”, afirmó.
“Tenemos el Año Jubilar –explicó el religioso- con la Indulgencia Plenaria que nos concedió el Papa por medio de la Penitenciaria, y ya tenemos el decreto y la Indulgencia Plenaria, con la condición de siempre de que tienes que confesarte, asistir a misa, comulgar, cumplir la penitencia, y hacer obras de misericordia”.
Actividades programadas para el Año Jubilar
"Para el año Jubilar, cada Provincia de la orden -somos seis provincias y dos delegaciones- va hacer la inauguración del año de diferentes maneras”, dijo el prepósito general, y aseguró que el Papa Francisco, al que visitó el pasado 14 de septiembre, “estará participando con nosotros".
También están contempladas para la última semana del Año Jubilar, del 9 al 14 de septiembre del 2024, diferentes actividades para las comunidades que acudan a Roma. El 9, por lo pronto, será la misa de apertura de la semana Teatina.
Durante esa semana, están previstas varias visitas simbólicas relacionadas con la vida de la congregación: una peregrinación a Nápoles donde están los restos de San Cayetano; y una visita a la Basílica Santa María la Mayor, donde San Cayetano tuvo “esa visión mística, de que la Virgen le da al Niño Jesús en los brazos”, explicó el padre González, y subrayó que san Cayetano “es amante del misterio del nacimiento de Jesús”.
San Cayetano y su relación con la Orden de los Teatinos
Frente a la reforma protestante del siglo XVI, una de las personas más destacadas en la defensa de la Iglesia y de su tradición milenaria fue san Cayetano quien, con dos doctorados -en Derecho Civil y en Derecho Canónico por la Universidad de Thiene, que obtuvo en 1504-, realizó acciones tan importantes como ayudar a la reconciliación de la Santa Sede con la entonces República de Venecia, una vez que había sido nombrado protonotario apostólico en la corte del Papa Julio II, en Roma.
Perteneció a una familia de la nobleza italiana, pues era hijo de condes, y cuando fue ordenado sacerdote a la edad de 36 años, en 1516, dio su herencia a los pobres, abandonó la corte romana y pasó los 6 siguientes años en Verona, Venecia y Vicenza, barriendo hospitales y cuidando enfermos incurables.
Cuando regresó a su ciudad natal, Vicenza, trabajó como confesor y fundó un hospital para enfermos incurables.
San Cayetano falleció en Nápoles, el 7 de agosto de 1547, siendo superior de su Orden y pidiendo a Cristo el padecer los sufrimientos de la crucifixión, y a sus religiosos, echar su cuerpo a la fosa común.
Fue beatificado el 8 de octubre de 1629, por el Papa Urbano VIII, y canonizado el 12 de abril de 1671, por Clemente X. San Cayetano es considerado como patrón de los gestores administrativos, las personas que buscan trabajo y los desempleados, por lo cual es llamado Padre de la Providencia.
En lo que respecta a la Argentina, los padres teatinos llegaron a Buenos Aires en 1946.+