Martes 29 de abril de 2025

La cultura santiagueña atesora valores fundamentales

  • 26 de julio, 2013
  • Santiago del Estero (AICA)
En la celebración de Santiago Apóstol, patrono de Santiago del Estero, se celebró en la catedral santiagueña el tedeum por el 460º aniversario de la ciudad. En ausencia del obispo diocesano, Mons. Francisco Polti, quien se encuentra en Brasil acompañando a los jóvenes santiagueños que participan de la JMJ, el tedeum fue presidido por el obispo auxiliar, Mons. Ariel Torrado Mosconi. Asistió el gobernador de la provincia, Gerardo Zamora, el intendente de la capital, Hugo Infante, y otras autoridades. "La celebración de los 460 años de nuestra ciudad y del Patrono de nuestra provincia -comenzó diciendo Mons. Torrado Mosconi- nos debe llevar a la memoria agradecida por los dones recibidos, a celebrar la alegría de los vínculos que nos unen y a caminar incansablemente hacia el progreso".
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En oportunidad de la celebración de Santiago Apóstol, patrono de Santiago del Estero, ayer, 25 de julio, se celebró en la catedral basílica Nuestra Señora del Carmen el tedeum por el 460º aniversario de la ciudad, la primera fundada en territorio argentino, llamada por ello "Madre de Ciudades".

En ausencia del obispo diocesano, monseñor Francisco Polti, quien se encuentra en suelo brasileño acompañando a los jóvenes santiagueños que participan de la Jornada Mundial de la Juventud, la celebración fue presidida por el obispo auxiliar de esta diócesis, monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi.

A la celebración asistió el gobernador de la provincia, Gerardo Zamora, el intendente municipal de la capital, Hugo Infante, y otras autoridades provinciales y municipales.

"La celebración de los 460 años de nuestra ciudad y del Patrono de nuestra provincia -comenzó diciendo en su medulosa alocución monseñor Torrado Mosconi- nos debe llevar a la memoria agradecida por los dones recibidos, a celebrar la alegría de los vínculos que nos unen y a caminar incansablemente hacia el progreso. Se trata entonces de hacer memoria, celebrar y caminar".

Hacer memoria
"Somos un pueblo antiguo en una nación que aún es joven -expresó el obispo-. Tenemos mucho para aportar a nuestra patria que se encamina hacia el bicentenario. Somos depositarios de una riqueza que hemos recibido, y que a la vez, debemos conservar, acrecentar y transmitir a toda nuestra nación".

Hacer memoria de nuestro haber, es reconocer que en nuestra cultura santiagueña prevalecen valores fundamentales como la fe, la amistad, la austeridad y sencillez, el amor por la vida, la solidaridad, el aprecio por la vecindad, el amor por la familia, el apego a la propia tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente, el gusto por nuestra música y por tantas otras expresiones de nuestro folclore.
"Hacer memoria -añadió- es custodiar esos valores atesorados durante generaciones y transmitidos por los mayores, por nuestros queridos "viejos" con fidelidad y pasión. No obstante, también debemos advertir, que son muchas las amenazas que hoy hostigan dicho legado".

Celebrar
"Es justo que hoy hagamos fiesta, porque la persona sabia interrumpe el ritmo del trabajo y hace fiesta. En cambio los que no saben de trabajo, de sacrificio y de amor, no entienden la fiesta; sólo viven la diversión y el tiempo libre como un mero escape del vacío existencial de su vida.

"La capacidad de hacer fiesta de los santiagueños nos muestra que es un pueblo sano, grande y digno. Que es un linaje generoso, sacrificado y trabajador. Por ello, debemos legar a nuestros jóvenes el sentido profundo de la fiesta, para que no la confundan con la mera diversión superficial que suele conducir a la alienación que producen las adicciones a la droga y el alcohol. Mientras que la fe, la unidad de la familia, el amor, la amistad, la comunidad, la vida misma ha de estar siempre en la motivación más profunda de nuestras fiestas.

No nos podemos quedar en la superficialidad de la diversión vacua y vacía de contenido que a veces se ofrece a nuestros jóvenes. Tenemos que descubrir nuestra identidad como pueblo creyente tal como aparece en nuestro folclore, en nuestra música y hasta se encuentra estampado a través de la cruz de Santiago impresa en el escudo y en la bandera santiagueña.

"El fruto de la fiesta ha de ser consolidar los vínculos fraternos de comunión como pueblo santiagueño. La celebración nos debe llevar a estar más unidos por nuestra cultura que se expresa en su arte, su música, sus fiestas, sus costumbres y tradiciones".

Caminar
"En el hacer memoria y celebrar debemos encontrar las fuerzas para seguir caminando -señaló en la última parte de su alocución el obispo auxiliar-. Nos encontramos ante una oportunidad histórica que es un verdadero reto para caminar hacia el futuro con esperanza Todos, ciudadanos y dirigentes, debemos ponernos la patria al hombro. Los ciudadanos a través del esfuerzo de recrear una cultura del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio. Y los que tenemos alguna responsabilidad en la conducción renunciando a nuestras ambiciones personales en aras del bien común y concibiendo el poder como servicio.

"Se trata de servir a nuestra comunidad para que se viva en ella la unión de la familia, la esperanza de la juventud, el trabajo digno para todos, y para que logremos erradicar la pobreza y la desigualdad. Especialmente brindarle a nuestros jóvenes, una sociedad libre de la lepra de hoy que son la droga, y la mentira fantasiosa del consumismo y el materialismo.

Y concluyó: "El desafío es muy grande y por tanto debemos estar a la altura de nuestro glorioso pasado y celebrar el don recibido para poder responder hoy con verdadera audacia, abnegación y generosidad".+

Texto completo de la homilía