Jueves 18 de abril de 2024

La comunidad diocesana de Orán celebró la memoria litúrgica de los Mártires del Zenta

  • 28 de octubre, 2022
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta)
En la misa, el obispo Luis Scozzina invitó a vivir la experiencia sinodal que testimoniaron los beatos. Preparan la tradicional procesión al santuario de Pichanal.
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Con motivo de la memoria litúrgica de los beatos Don Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas, y compañeros mártires, la comunidad y el clero diocesano de Orán participaron el jueves 27 de octubre de la celebración eucarística en el santuario de Pichanal.

En este marco, la comunidad diocesana también se prepara para la tradicional procesión prevista para mañana, sábado 29 de octubre.

La celebración eucarística fue presidida por el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, en clima festivo y de acción de gracias por la significación de la beatificación de los Mártires del Zenta.

En su homilía, monseñor Scozzina invitó a renovar el compromiso bautismal de ser discípulos  misioneros y a vivir la experiencia sinodal que los Mártires del Zenta testimoniaron con su entrega comunitaria y martirial.

El prelado oranense también recordó la vocación samaritana que interpela a cada uno en el camino de vivir la misericordia y la reconciliación en las comunidades. 

Don Pedro Ortiz de Zárate y el padre Juan Antonio Solinas SJ, y compañeros mártires del Zenta fueron beatificados el 2 de julio pasado en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, Salta, en el marco de una celebración eucarística presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos.

Los Mártires del Zenta
La historia de los mártires se remonta a 1683 cuando en el Valle de Zenta, a 3 kilómetros de Pichanal en la capilla de Santa María, fue consumado el martirio del presbítero Pedro Ortiz de Zárate, vicario de Jujuy, del sacerdote jesuita Antonio Solinas (ambos misioneros) y sus acompañantes criollos y aborígenes (dos españoles, un mulato, un negro, una mujer indígena, dos niñas y 16 aborígenes).

Los dos sacerdotes se internaron en la zona del Chaco salteño, con el objetivo de llevar la Palabra de Dios a los pueblos originarios, pero fueron martirizados (por llevar el mensaje de Cristo) por las tribus Tobas y Mocovíes, unos 500 aborígenes masacraron a los misioneros con garrotes y decapitándolos.

Los restos del vicario don Pedro Ortiz de Zárate fueron llevados a la catedral de Jujuy y los del padre Solinas a la iglesia matriz de Salta, la antigua iglesia jesuita de calle Caseros y Mitre, donde fue enterrado cerca del altar. Los demás quedaron enterrados en el sitio de su martirio.

Todos los años desde esa época en octubre se realiza una peregrinación desde Pichanal hasta el lugar de martirio presidida por el obispo de Orán.+