Jueves 2 de mayo de 2024

La Argentina celebra el Corpus Christi

  • 9 de junio, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi) conmemora la institución de la Eucaristía, que constituye el centro de la liturgia y del culto de la Iglesia Católica.
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El domingo 11 de junio, aunque en muchos casos se adelanta al sábado 10, se festeja la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi), conmemorando la institución de la Eucaristía que Jesús realizó en la Última Cena y que constituye el centro de la liturgia y del culto de la Iglesia Católica.

El Jueves Santo, que es su día propio, constituye una "fiesta incompleta" debido a la misma naturaleza de la Semana Santa, en la que prevalece el recuerdo de la Pasión y Muerte del Señor.

La fiesta del Corpus Christi, en cambio, la Iglesia la celebra con solemnidad y pompa. A la misa se suele agregar una procesión pública con el Santísimo Sacramento, presidida por los obispos o por las máximas autoridades eclesiásticas de cada lugar.

Después de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, la fiesta de Corpus Christi se llama fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo y se celebra el jueves siguiente a la octava de Pentecostés o se traslada al domingo siguiente.

¿Cuál es el origen de la fiesta del Corpus Christi?
La fiesta del Corpus Christi  tuvo su origen en Lieja (Bélgica), cuando a fines del siglo XIII surgió un Movimiento Eucarístico que tuvo su centro en la Abadía de Cornillón. Este movimiento dio origen, entre otras cosas, a la exposición del Santísimo Sacramento y a la bendición con Él, y al uso de campanillas durante la elevación en misa. Santa Juliana de Mont Cornillón (1193-1258), por aquellos años priora de la Abadía, tuvo desde joven una gran veneración por la Eucaristía y su sueño era que existiera una fiesta de la Iglesia Católica en su honor.

Un día Juliana tuvo una visión en la que aparecía la luna llena con una mancha negra, que significaba esta ausencia. Comunicó entonces sobre el asunto al obispo de Lieja, quien se impresionó a tal punto de convocar a un sínodo (1246), donde ordenó que el año entrante se hiciera una celebración. Fue así que la fiesta se realizó el año siguiente, el jueves posterior al día de la Santísima Trinidad. Más tarde, un obispo alemán conoció la costumbre y la extendió por toda la actual Alemania.

En 1264 el papa Urbano IV hizo que la fiesta del Corpus Christi alcanzara a toda la Iglesia. Esto se dio luego de que en Bolsena ocurriera el milagro de que saliera sangre de una Sagrada Forma. Fue así que, por medio de la bula Transiturus del 8 de septiembre de aquel año, la celebración quedó fijada para el jueves posterior a la octava de Pentecostés. Poco a poco. el día de Corpus Christi se fue adoptando en toda Europa. Cabe destacar que, incluso dentro de la Iglesia Ortodoxa Griega, la celebración existe en el calendario de los sirios, armenios, coptos y melquitas. 

La celebración del Corpus Christi en la Argentina
Los españoles llevaron la celebración y procesión del Corpus Christi a América. En Lima y en Potosí por ejemplo, las calles cercanas a la Iglesia Mayor se alfombraban con barras de plata. En Buenos Aires, esta fiesta fue establecida en 1585, a tan sólo cinco años de su fundación, lo que la establece como una de las más antiguas de la ciudad. Se celebraba con el máximo esplendor posible en la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo). El Cabildo era el encargado de organizarla y debían asistir el pueblo y las autoridades.

Las procesiones de Corpus Christi en Buenos Aires se comenzaron a celebrar con más pompa a fines del siglo XVII. La ciudad era engalanada con arcos, follajes y colgaduras de colores, en tanto que los vecinos debían encargarse de los altares de las calles. Se hacían danzas, espectáculos, se representaban autos sacramentales, etc.

Un escuadrón de soldados del cuerpo de Lanzas Españolas del presidio del Fuerte era el encargado de iniciar la marcha. El gobernador llevaba el guión y el obispo la custodia. Estas prácticas se mantuvieron casi intactas durante el siglo XVIII y hasta comienzos del XIX. Sin embargo, a partir de la reforma eclesiástica de 1822, la Iglesia debió contar con sus propios fondos para la organización de la fiesta.

La procesión de Corpus Christi es una festividad de las más tradicionales de Buenos Aires. Durante los siglos XIX y XX se ha seguido celebrando. En el año 1934, la fiesta fue apoteótica con motivo del Congreso Eucarístico Internacional que ese año se llevó a cabo en la ciudad.+