Viernes 26 de abril de 2024

Hungría homenajeó al nuncio que salvó a miles de judíos

  • 20 de febrero, 2015
  • Roma (Italia) (AICA)
En la embajada de Hungría ante la Santa Sede se rindió homenaje a dos prelados que se destacaron por su servicio caritativo durante la ocupación nazi de esa nación en 1944 y salvaron la vida de por lo menos 15 mil judíos. Se trata de Mons. Angelo Rotta, entonces nuncio apostólico en Hungría, y de Mons. Gennaro Verolino, secretario de la nunciatura, conocidos ambos en Hungría como auténticos héroes por la audacia e inteligencia desplegada en el empleo de los servicios diplomáticos de la Iglesia para rescatar a deportados a campos de concentración.
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En un acto celebrado en la embajada de Hungría ante la Santa Sede el pasado miércoles 4 de febrero, se rindió homenaje a dos prelados que se destacaron en forma notable por su servicio caritativo durante la ocupación nazi de esa nación en 1944 y salvaron la vida de por lo menos 15 mil judíos. Se trata de monseñor Angelo Rotta, entonces nuncio apostólico en Hungría, y de monseñor Gennaro Verolino, secretario de la nunciatura, conocidos ambos en Hungría como auténticos héroes por la audacia e inteligencia desplegada en el empleo de los servicios diplomáticos de la Iglesia para rescatar a deportados a campos de concentración.

El acto fue presidido por el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, y contó con el auspicio de la Academia de Hungría en Italia. En sus palabras en memoria de los prelados, el cardenal Sodano dijo que conoció personalmente a los dos y aplicó para ellos las palabras de Jesús en el Sermón de la Montaña: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia".

"Hoy estamos muy agradecidos a la Embajada de Hungría ante la Santa Sede por hacernos recordar la figura excepcional de dos buenos samaritanos, que durante la ocupación nazi de Hungría, en los trágicos años de la Segunda Guerra Mundial, generosamente se dedicaron a la salvación de judíos", expresó el purpurado, quien destacó cómo los diplomáticos aplicaron en ese país las directivas del papa Pío XII. La guerra transformó radicalmente las condiciones de Hungría, que "monseñor Rotta fue capaz de enfrentar con gran fortaleza y profunda previsión".

Se calcula que la Nunciatura Apostólica en Hungría expidió la inusitada cifra de más de 15 mil salvoconductos que ponían a los beneficiarios, en su gran mayoría judíos deportados a campos de exterminio, bajo la protección del acuerdo de neutralidad de la Santa Sede. Esta acción los dejaba fuera de la jurisdicción de las autoridades del régimen nazi y les permitía la libertad de huir del país, razón por la cual monseñor Rotta fue expulsado del país junto con todos los diplomáticos el 6 de abril de 1945.

Además de la expedición de los salvoconductos, el Nuncio Apostólico y su asistente consiguieron crear en Budapest una red de refugios para ocultar a los perseguidos.

Ambos prelados continuaron sirviendo a la Iglesia. Monseñor Rotta en la Secretaría de Estado, y monseñor Verolino en las nunciaturas de diversos países.

Los dos fueron promovidos a la dignidad de Arzobispos y ambos fallecieron en servicio a la Curia Romana: monseñor Rotta en la Casa Santa Marta en 1965 y monseñor Verolino en 2005, a la edad de 99 años.+