Jueves 18 de abril de 2024

Francisco transmitió su gratitud al Card. Sandri por su servicio pastoral

  • 2 de diciembre, 2022
  • Roma (Italia) (AICA)
Fue en un mensaje leído en la basílica de los Santos Apóstoles, donde el cardenal argentino dio gracias por sus aniversarios episcopal y sacerdotal, y se despidió de su servicio al Vaticano.
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El cardenal Leonardo Sandri, prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales y vicedecano del Colegio Cardenalicio, presidió ayer la misa de acción de gracias por los 25 años de su consagración episcopal, cumplidos el pasado 11 de octubre; por el 55º aniversario de su ordenación sacerdotal, que se cumple hoy, 2 de diciembre, y a modo de despedida de su servicio como prefecto. "Agradezco al Señor su presencia constante en mi camino, a través de su perdón y misericordia, que día a día han mantenido viva la llamada de los comienzos", expresó en la celebración, realizada en la basílica de los Santos Apóstoles de Roma. 

Gratitud personal de Francisco
Durante la celebración, se leyeron dos breves mensajes del papa Francisco, en los que expresó su "gratitud personal" por lo que el purpurado argentino había hecho "con dedicación por el bien de la Iglesia", afirmando que estaba seguro de poder seguir contando con su "sabia experiencia y cordial cercanía".

El pontífice agradeció al cardenal Sandri "su compromiso diario" y "la perseverancia en el ejercicio de su ministerio, no solo por el bien de la Sede Apostólica y para favorecer las relaciones entre la Santa Sede y las distintas naciones, sino también por el desarrollo y la prosperidad de las Iglesias católicas orientales".

En su homilía, el cardenal Sandri dijo estar "cada vez más convencido, después de 25 años como obispo, del lema elegido para su ordenación episcopal: "Ille fidelis, Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo". A continuación, recordó algunos de sus destinos en su servicio a la Santa Sede, primero como nuncio en Venezuela, luego en México, después en la Secretaría de Estado como sustituto de San Juan Pablo II y del papa Benedicto XVI, quien luego lo nombró, hace quince años, prefecto del actual Dicasterio para las Iglesias Orientales, confirmado luego por el papa Francisco.

"He tratado de presentarme y acoger con la misma sonrisa tanto a los Jefes de Estado como a los pequeños que cuidan las monjas de la Madre Teresa en Armenia, Etiopía o las del Instituto Effetà, o los del Hogar del Niño Jesús en Belén. Tal vez sea más fácil acogerlos y bendecirlos que encontrar huecos en las mentes y planes de los grandes de la Tierra".

"He tenido el honor de servir como obispo a tres pontífices, captando en los diferentes matices de sus rasgos humanos y de su Magisterio la fidelidad de Dios a su Iglesia, que camina en la historia junto a los hombres y mujeres de su tiempo, ofreciéndoles toda la esperanza que proviene de la Pascua de Cristo, más que de nuestros proyectos humanos".

Por ello, el purpurado argentino subrayó que consideraba "una gracia especial" haber sido llamado a servir durante el mayor número de sus años como obispo "a los hijos e hijas del Oriente cristiano, porque su existencia, a pesar de las contradicciones que también habitan en esas comunidades, nos recuerda los orígenes, las chispas del fuego pentecostal", nos impide taparnos los oídos ante la oración de Jesús que anima el ecumenismo -Ut unum sint- y nos obliga, si no queremos reducir el mundo a un montón de escombros, a seguir caminos de encuentro con quienes viven otras experiencias religiosas, pero con los que podemos hacer algunos signos de respeto a la dignidad humana y a la justicia entre los pueblos".

Por último, el cardenal Sandri recordó que ayer se celebró la primera memoria litúrgica de San Carlos de Foucauld y concluyó: "Repito su oración: 'Padre mío, me abandono a ti, haz conmigo lo que quieras...'. Con estas palabras y con esa confianza y seguridad que aprendí de mis padres, emigrados del Trentino a la Argentina -con la fórmula más común: 'Sagrado Corazón de Jesús, confío en ti'-, entro en el tramo de mi camino cuyo tiempo determinará el Señor, y renuevo mi adhesión total a Cristo y mi fidelidad al Santo Padre".+