Francisco animó al Círculo de San Pedro a prestar atención a las "nuevas pobrezas"
- 28 de febrero, 2019
- Ciudad del Vaticano
El papa Francisco recibió esta mañana en la Sala Clementina a los Socios del Círculo de San Pedro, en ocasión del 150º aniversario de la fundación de la Asociación. En su discurso, el Santo Padre los animó continuar su importante labor en favor de los más necesitados.
Allí, el Santo Padre los exhortó a prestar atención a las "nuevas pobrezas" con la conciencia de que todos los pobres "son dignos de nuestra atención, sin alguna distinción".
La Asociación tuvo su comienzo en 1869 por iniciativa de algunos jóvenes romanos, "animados por el deseo de dar testimonio de apoyo concreto y fidelidad incondicionada al Pontífice Pío IX, en un tiempo de incomprensión entre Iglesia y Estado", explicó Francisco en su discurso.
El Papa señaló que esta "fidelidad se manifestó a través de gestos de solidaridad que se llevaron a cabo en favor de los pobres de Roma", y que, de esta manera, "el Círculo se convirtió en el longa manus del Papa hacia los sectores más pobres de la población".
Francisco agradeció al Señor por el bien realizado por el Círculo en estos 150 años, y extendió su agradecimiento a los miembros de ayer y de hoy. En ese sentido, recordó que en la asociación nunca faltaron las líneas programáticas resumidas en "oración, acción y sacrificio". Estas "tres piedras angulares" son "la base para el maravilloso florecimiento de las actividades en el campo de la caridad y la acogida de los últimos", precisó.
"No olviden la fuerza y la importancia de la oración para ustedes y para todos los que se dedican a la caridad", destacó el Santo Padre, haciendo énfasis en la necesidad de "alimentarla con oportunos momentos de oración y con la escucha de la Palabra de Dios" porque, "el secreto de la eficacia de todos sus proyectos es la fidelidad a Cristo y una relación personal con él en la oración".
Por otra parte, el Papa animó a que la vida cotidiana esté "impregnada de la presencia de Jesús, bajo cuya mirada debemos poner también los sufrimientos de los enfermos, la soledad de los ancianos, los temores de los pobres, la fragilidad de los excluidos". Y refiriéndose al servicio desarrollado por el Círculo de San Pedro, lo definió como una "expresión eficaz y testimonio vivo del amor que la Iglesia y, en particular, la Santa Sede reservan a los pobres y a los que sufren".
El Círculo de San Pedro se dirige principalmente "a los sectores de la pobreza humana en Roma, participando generosamente en las situaciones y necesidades de tantos hermanos y hermanas" afirmó Francisco, exhortando a sus miembros a "seguir prestando gran atención a las nuevas pobrezas, buscando en cada coyuntura de dar consuelo y ayuda a los más pobres, sin distinción alguna" porque "Cada persona pobre es digna de nuestra preocupación, sin importar su religión, etnia o cualquier otra condición".
Recordando que vivimos en "una época de grandes cambios y de persistente precariedad económica, en la que la comunidad eclesial se siente llamada a proclamar una vez más el mensaje cristiano y su poder de humanización", el Pontífice instó a los miembros del Círculo de San Pedro a "ser conscientes de que su trabajo aún tiene un papel importante que desempeñar".
Finalmente, Francisco agradeció especialmente por el óbolo de San Pedro que cada año le entregan: "Es un signo más de apertura a las personas en dificultad" afirmó, y es, al mismo tiempo, "una participación concreta en la preocupación de la Sede Apostólica por responder a las crecientes necesidades de la Iglesia, especialmente en los países más pobres".
Reiterando su "profundo agradecimiento por su compromiso, motivado por una fidelidad y adhesión convencida al Sucesor de Pedro" el Papa se dirigió a la Santísima Virgen para que "acompañe y apoye con su protección materna sus buenas intenciones y proyectos".+
