Jueves 21 de noviembre de 2024

Fiesta Patria: Bolivia necesita un "proyecto de renovación democrática"

  • 8 de agosto, 2019
  • Santa Cruz (Bolivia)
Bolivia necesita un proyecto de "renovación democrática", fundado sobre la igualdad social y política, la libertad y la justicia y donde los gobernantes se guíen por una ley moral objetiva que tenga a Dios como su guía, es lo que pidió el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, en la homilía del tedeum ecuménico, celebrado el 6 de agosto en ocasión del 194º aniversario de la independencia de Bolivia.
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Bolivia necesita un proyecto de "renovación democrática", fundado sobre la igualdad social y política, la libertad y la justicia y donde los gobernantes se guíen por una ley moral objetiva que tenga a Dios como su guía, es lo que pidió el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, en la homilía del tedeum ecuménico, celebrado el 6 de agosto en ocasión del 194º aniversario de la independencia de Bolivia.

Estuvieron presentes en el tedeum, celebrado en la catedral metropolitana, representantes de las iglesias ortodoxa, anglicana, luterana, metodista menonita, además del obispo auxiliar de La Paz y secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Aurelio Pesoa, obispos auxiliares, vicarios episcopales, sacerdotes, autoridades civiles y numerosos fieles.

"Cada aniversario ?dijo el prelado- es ocasión para alegrarnos y para reavivar la memoria de los acontecimientos de nuestra historia y de los valores cívicos y libertarios que los impulsaron. Pero también es motivo para preguntarnos cómo vivimos hoy ese legado, si de verdad la independencia trajo más libertad, más unidad entre las distintas regiones del país, más justicia, equidad e igualdad, más fraternidad y solidaridad, y más bienestar para todos los bolivianos".

En referencia a las próximas elecciones presidenciales, que se celebrarán el 20 de octubre, en las que los bolivianos elegirán presidente, vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores, monseñor Gualberti precisó en su homilía que "hoy es más necesario que nunca reafirmar nuestra adhesión a la democracia, porque en el mundo se van perdiendo los espacios democráticos y se incrementan sistemas populistas, nacionalistas y ?soberanistas? y el poder político se hace cada vez más defensor irracional de intereses particulares".

Sobre la campaña electoral afirmó que "es siempre un proceso delicado e importante que amerita un clima de serenidad, seguridad y reflexión para que se desarrolle en forma pacífica y democrática".

"Este es el momento apropiado para ofrecer programas de gobierno con metas claras y tareas concretas y evaluables, con miras a construir un sueño común de país, un proyecto de ?renovación democrática? fundado sobre la igualdad social y política, la libertad, la justicia, en el marco del bien común y la paz", afirmó a continuación.

"La participación democrática y responsable ?agregó- asegura que los ciudadanos no se conviertan en instrumentos, sino en protagonistas del futuro del país".

"Todo dirigente -dijo- no debe olvidar que los electores lo han elegido con un mandato determinado, en servicio del bien común y para un programa concreto, y no para dominar a su libre albedrío. Además, concluido el mandato, él volverá a integrarse a la sociedad como simple ciudadano".

Monseñor Gualberti pidió a las autoridades a "salir de sí mismas, de sus intereses y de los partidos, y pensar en toda la gente e informar y escuchar a los diversos sujetos de la sociedad".

Asimismo advirtió el arzobispo a sus compatriotas que "tenemos que estar conscientes de que la democracia es un bien que costó sacrificios y hasta vidas en la historia de la humanidad, y que no se conquista de una vez por todas ni que se deja como herencia. Es un sistema al que cada generación tiene que dar su adhesión convencida y libre y constantemente renovarla y perfeccionarla".

"Por eso, señaló seguidamente, ante los múltiples intentos de manipular a la democracia, hay que estar siempre alerta y hacer una constante labor de concientización sobre su bondad y mantener viva la memoria histórica, de manera que cada ciudadano, sector y grupo la asumamos, la hagamos nuestra y la defendamos".

Otro peligro que amenaza a las democracias actuales, dijo monseñor Gualberti, "es el relativismo ético" con que se corre el riesgo de "instaurar una democracia sin valores que se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia".

Por eso, "en el ejercicio de gobierno, es indispensable guiarse no solo por el mandato del pueblo y por criterios sociológicos e históricos, sino también por la ley moral ?que tiene a Dios como primer principio y último fin?; la ley moral objetiva, superior a la realidad externa y al hombre mismo, absolutamente necesaria y universal y, por último, igual para todos".

"Este criterio es el fundamento para emitir leyes justas, ecuánimes y conformes a la dignidad e igualdad de toda persona humana y a los dictámenes de la recta razón", aseguró el arzobispo de Santa Cruz.

En ese sentido, oró por la patria boliviana para que "con las bendiciones del Señor y con el esfuerzo de todos y sobre la base de los valores humanos y cristianos, hagamos realidad el sueño común de país reconciliado, unido y en paz conforme al sueño de Dios". +