Sábado 23 de noviembre de 2024

Fiesta de Ceferino Namuncurá en la comunidad de San Ignacio

  • 11 de noviembre, 2024
  • Junín de los Andes (Neuquén) (AICA)
Cientos de peregrinos se acercaron al santuario, para agradecerle y para pedirle al beato mapuche a 17 años de su beatificación, el fin de semana del 8 al 10 de noviembre.
Doná a AICA.org

En el marco de la conmemoración del 17° aniversario de su beatificación, se realizó la fiesta en honor a Ceferino Namuncurá en la comunidad de San Ignacio, un paraje neuquino ubicado a 60 kilómetros al norte de Junín de los Andes, donde se encuentra el kultrumo santuario donde descansan sus restos.

La convocatoria a los peregrinos se hizo bajo el lema -mezclando el español y el mapuche- "Ceferino, Werkenlu 'del' wenu mapu ("Ceferino, mensajero del cielo..."), ayúdanos a ser puentes de fraternidad".

El viernes 8, la actividad se inició con la llegada de los primeros jinetes. Por la tarde, el padre Natalino Fleitas SDB -de la comunidad salesiana de Junín de los Andes- presidió la misa para los gauchos montados y para la comunidad San Ignacio, la cual dio inicio a la fiesta en honor al peñi Ceferino.

El sábado 9 por la mañana, más jinetes y cientos de personas peregrinaron hacia el cementerio donde descansan los restos de Rosario Burgos de Namuncurá, la mamá de Ceferino. En el altar del cementerio, se realizó una bendición de las tumbas, se rezó por los difuntos y se ofrecieron flores en memoria de cada persona enterrada allí.

Por la tarde, los peregrinos seguían llegando al kultrum para pedir y agradecer al "lirio de la Patagonia". A las 20, y con un fuerte viento, el padre Carlos Gómez SDB -también de la comunidad salesiana de Junín de los Andes- presidió la misa de los jóvenes.

Al momento de la prédica, el religioso expresó: "Ceferino, con sus sueños de ayudar a su comunidad y su entrega en cada acto de su vida, nos muestra que Dios se revela en el amor y en la sencillez". Y pidió: "Que el ejemplo de él, quien vivió con un corazón tan lleno de Dios, nos recuerde que somos llamados a vivir como discípulos agradecidos, como aquellos que ven y reconocen la presencia de Dios en sus vidas".

Seguidamente, se realizó la peregrinación de antorchas hacia la cima del cerro Ceferino. Una vez arriba, los peregrinos rezaron frente al busto del joven mapuche. Al bajar, se realizó la bendición del fuego.

El domingo 10 de noviembre, la actividad comenzó alrededor de las 9 de la mañana, cuando los jinetes y los peregrinos comenzaron a reunirse en la Escuela n°13 Namuncurá, a unos 3 kilómetros del kultrum. Era una mañana soleada, pero con mucho viento. Desde allí partió la procesión. Primero se encolumnaron los miles de peregrinos de a pie. Detrás de ellos, el centenar de jinetes montados a caballo.

La misa se realizó en el campo que antecede al kultrum. Antes de comenzar la celebración religiosa, se le dio la bienvenida al intendente de Junín de los Andes, Luis Madueño; al intendente de Aluminé, Diego Victoria; al diputado provincial Gabriel Álamo; a la ministra de Educación y de Gobierno de Neuquén, Soledad Martínez; y al artista Alejandro Santana -autor del diseño del kultrum y del Vía Christi, oriundo de Junín de los Andes-. Luego, se le dio la palabra a Cirilo Namuncurá, presidente de la Comisión Ceferiniana, quien, junto al lonco de la comunidad mapuche de San Ignacio, dieron paso a la celebración.

La misa fue presidida por el padre Antonio Sánchez Lara SDB -párroco en Chimpay, Río Negro, lugar de nacimiento de Ceferino- y concelebrada por los padres Natalino Freitas SDB e Isidoro Adami SDB.

En la homilía, refiriéndose al lema de la fiesta, el padre Sánchez resaltó la voluntad espiritual reflejada en el Werkenlu ("el mensajero"), "que se hace presente en la vida de la gente. En estos días, un peregrino me dijo que siente vivo en su vida a Ceferino. Porque Él se hace presente y nos acerca a Dios".

Y describió: "El Werkenlume explica y me aclara los mensajes. ¿Cuántas veces creemos que estamos solos? Ceferino, con su vida, es un camino para llegar al hermano y para llegar a Dios".

"Un Werkenlutiene que ser fiel a la persona que da el mensaje. Ceferino, comoWerkenlu, nos trae el mensaje de Dios para el día de hoy. Por eso, todos juntos, digamos 'Peñi Ceferino, traenos el mensaje de Dios y ruega por nosotros'", rezó.

Al finalizar la misa, los jinetes pasaron por delante del altar para saludar a Ceferino, y cada comitiva montada fue homenajeada por un payador.

Por la tarde, en el kultrum, se hicieron los bautismos de 11 niños y niñas y de algunos adultos. Esta celebración estuvo a cargo del padre Adami. Luego, se realizó la misa de los enfermos, que fue la última celebración de la tarde.

Empezaba a caer el sol y el viento soplaba cada vez más fuerte. Sin embargo, el kultrum seguía recibiendo a peregrinos que se acercaban a saludar al beato Ceferino Namuncurá y a tocar la roca de la sepultura donde descansan sus restos.+