'Estén arraigados en el Señor', animó el Papa a los consagrados

En una audiencia con motivo del Jubileo de la Vida Consagrada, León XIV destacó los siglos de servicio que los consagrados ofrecieron a la Iglesia con "sus gestos cotidianos y ocultos".

"Unidos a Él, y en Él unos con otros, sus pequeñas luces se convierten en el recorrido de una estela luminosa en el gran plan de paz y salvación que Dios tiene para la humanidad". El papa León XIV dio este reconfortante recordatorio este viernes por la mañana en el Vaticano a las personas consagradas que están participando en el Jubileo de la Vida Consagrada.

Durante la audiencia, el Santo Padre les instó a permanecer arraigados en Cristo y a seguir llevando al Señor a los demás a través del testimonio y la fe.

El Papa se mostró complacido de estar con ellos, señalando que representan a todos los hombres y mujeres consagrados del mundo. Les dio la bienvenida con un abrazo sincero, un abrazo que, señaló, desea llegar "hasta los rincones más remotos de la tierra, porque sé que es allí donde se encuentran muchos de ustedes".

Maravillosa aventura de seguir a Jesús
El Papa reiteró que la Iglesia necesita de ellos y de toda la diversidad y riqueza de las formas de vida consagrada y de ministerio que representan.

"Con su vitalidad y el testimonio de una vida donde Cristo es el centro y el Señor, pueden ayudar a 'despertar el mundo'".

"En este sentido", subrayó, "es siempre importante subrayar lo esencial que es para todos ustedes estar arraigados en Cristo".

Sólo así, continuó el Papa, podrán llevar a cabo con fruto su misión, "viviendo su vocación como parte de la maravillosa aventura de seguir más de cerca a Jesús".

En este contexto, el Papa les pidió "volver al corazón", a "ese lugar donde pueden redescubrir la chispa que animó los inicios de su historia", al tiempo que les recordó la necesidad de cultivar una sólida vida interior, alimentada por la oración.

También subrayó la profunda necesidad de esperanza y de paz en los corazones de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, añadiendo: "Ustedes, hombres y mujeres consagrados, quieren ser sus portadores y testigos con su vida: como mensajeros de armonía con sus palabras y con su ejemplo".

Gestos cotidianos ocultos de inmenso valor
El Papa recordó el gran servicio al que la vida consagrada ha prestado siempre una atención particular a lo largo de los siglos, "y del que, todavía hoy, sus acciones cotidianas, a menudo escondidas, dan testimonio privilegiado".

En este contexto, les pidió que "sigan siendo guardianes y promotores de esta gran tradición", que promuevan la sinodalidad, animándolos "a permanecer fieles al camino que todos juntos estamos recorriendo en esta dirección", así como a tener un "diálogo interno" que debe ser "vivido para la renovación continua del Cuerpo de Cristo en las relaciones, procesos y métodos".

El papa León XIV concluyó agradeciendo a las personas consagradas por el gran bien que hacen en la Iglesia y en el mundo.+