Episcopado: la Esperanza, motor para el nuevo ciclo escolar
- 18 de febrero, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Los obispos de la Comisión Episcopal de Educación invitan a la reflexión, y a renovar el compromiso con una instrucción basada en la confianza y el amor por la vida.
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En un mensaje cargado de esperanza y motivación, la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) hace un llamado a los educadores y miembros de las comunidades educativas a iniciar el ciclo escolar 2025 con renovado entusiasmo. El texto -dirigido a los docentes, padres y estudiantes- subraya la importancia de no perder de vista el propósito y sentido profundo de la labor educativa, incluso en tiempos de incertidumbre.
Los obispos señalan que la misión de los educadores es "recomenzar siempre con esperanza". Para que los proyectos educativos sean un motor de cambio y transformación, es imprescindible tener una visión clara del futuro, "un horizonte de sentido" que impulse a las comunidades a actuar con pasión y solidaridad. Siguiendo el llamado del Papa Francisco, los prelados reflexionan sobre cómo la falta de esperanza puede minar el deseo de transmitir la vida a las nuevas generaciones y cómo, por el contrario, una educación basada en la confianza mutua puede generar espacios de crecimiento colectivo.
"El miedo y la inseguridad son enemigos poderosos de la esperanza. La crisis de sentido se refleja en la soledad, el aislamiento y el repliegue. Pero una comunidad educativa no puede crecer de esta manera. Necesitamos la fuerza de la esperanza para seguir adelante, aun cuando las circunstancias no sean favorables", afirman.
En ese sentido, los obispos invitan a redoblar los esfuerzos para recuperar la "alegría de vivir" y para compartirla con los demás. No se trata de ser optimistas sin razón, sino de mantener la convicción de que los esfuerzos educativos valen la pena, independientemente del resultado inmediato. "La esperanza no se mide por el éxito inmediato, sino por la convicción de que lo que hacemos tiene sentido y es bueno", recalcan.
Finalmente, los obispos recuerdan que, en momentos difíciles, la esperanza no solo se nutre de la fe, sino también de actos concretos de bondad y generosidad, como los gestos de amistad, la escucha sincera y el servicio gratuito. Con este llamado, renuevan su apoyo y cercanía a todos los que forman parte del sistema educativo y les desean un bendecido inicio de año escolar, confiando en la fuerza de la esperanza para transformar la realidad educativa y social del país.
Este 2025, Año Jubilar de la Esperanza, la Iglesia argentina se compromete a acompañar a la comunidad educativa, confiando en que la esperanza sobreabundante puede dar frutos de justicia, paz y solidaridad en las aulas.+